San Pedro Sula, Honduras.
Meylin Benavides todavía no se repone del susto y las lágrimas le bañan el rostro cuando recuerda que el incendio del 24 de diciembre lo redujo todo a cenizas.
La voz se le corta y los nervios la traicionan cuando dice que se quemaron la medicina de su hija y los resultados de los exámenes que debía presentarle la próxima semana al doctor Morgan Medina.
A su lado, Jeny, de 13 años, quien padece síndrome de Down, se retuerce en el piso y empieza a convulsionarse ante la falta del Valdakin que las llamas consumieron.
Meylin, madre soltera, tiene a Yeni y a un varón de casi dos años. Son una de las 41 familias afectadas por el incendio en el bordo de la colonia Primavera, donde una persona falleció. Son alrededor de 200 personas las damnificadas. La Municipalidad llevó una brigada médica, instalada en la escuela Manuel Escoto, pero no cuenta con ese medicamento.
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Un taller de carros que funciona frente al bordo servía de albergue para las familias, quienes sobreviven con ayuda y alimentos de organizaciones, personas caritativas e instituciones.
Ayer, maquinaria municipal llegó al lugar para quitar los escombros y diversas organizaciones trataban de especificar cuántas familias estaban afectadas.
Algunos trataban de aprovecharse de la tragedia y buscaban anotarse en listados para recibir ayuda.
La gobernadora de Cortés, Wiladina Chiang, llegó con noticias. “Los dotaremos de láminas, ecofogón y un piso y techo digno que es parte del programa Vida Mejor”.
Aclaró que, como se trata de un bordo, no se pueden construir las casas porque están en la orilla de la quebrada y en predio que no es legal, pero se les dotará de material.
Drama
En medio de su desesperación, los damnificados dicen que es bueno saber cuál fue el origen del incendio, aunque confiesan que eso pasa a segundo plano porque quieren levantar de nuevo sus casas.
Copeco dotó de colchones a los afectados, frazadas, equipos de aseo personal y raciones con alimentos para las primeras horas de la tragedia.
El director de Salud Municipal, Juan José Leiva, dice que los problemas que más han encontrado son los bronquiales por la inhalación de humo, infecciones respiratorias y la piel, además de cuadros diarreicos.
Se remitió una paciente diabética con trauma en un pie al hospital Mario Rivas, agregó. Señaló que únicamente se encontró una persona con quemaduras leves en la cara.
Roberto Kattán, miembro del Club Rotario de San Pedro Sula, estuvo presente desde las primeras horas del siniestro. “Los rotarios respondieron con ropa, alimentos y lo necesario para atender de manera inmediata, pero también ayudaremos con zinc y provisiones para las familias”, dijo.
Fundeser y Club Rotario llevarán brigadas médicas.
El superintendente de Participación Ciudadana, Melvin Ferraro, dijo que la Municipalidad da el apoyo requerido y lo primero fue limpiar el predio para que vuelvan a levantar sus casas.
El general de bomberos Alfonso Medina explicó que se ha recabado información, pero no se sabe cuál fue el origen del incendio.
Estableció que en el predio había 37 covachas y unas 41 familias. “Damos apoyo con agua y fumigación”, dijo.
Las hipótesis aumentan, mientras unos dicen que fue por cohetes, otros que había alambres que estaban sacando chispas.
Algunos pobladores aseguran que un cilindro de gas estalló y será hoy que se tenga un informe.
