San Pedro Sula, Honduras.
Como una persona humilde que vivió en la pobreza y marginado por sus hermanos menores recuerdan a Ángel Antonio Valle Valle (55), quien era hermano de madre de Miguel Arnulfo, Luis Alonso, José Inocente y Digna Azucena Valle Valle.
Quienes lo conocieron aseguran que se dedicó a la ganadería, pero que nunca mantuvo una relación cercana con sus hermanos, señalados por Estados Unidos como narcotraficantes.
A Ángel Antonio nunca lo vieron en las pomposas fiestas que organizaron sus parientes ni mucho menos lo integraron en los negocios ilícitos que desde hace 25 años, según informes de Washington, realizaban sus cuatro hermanos, trasegando droga dentro y fuera de Honduras.
Nunca lo identificaron como parte de la estructura del clan y prueba de ello fue que el día que sufrió el atentado en que resultó gravemente herido se ignoraba de su existencia.
Fue hasta que las autoridades policiales custodiaron la clínica privada donde fue ingresado con un balazo en la cabeza que se establecieron sus vínculos de consanguinidad con el cartel de los Valle.
Pese a que no mantuvo una relación estrecha con sus hermanos, quienes lo conocieron no se explican por qué supuestos delincuentes lo emboscaron a eso de las 11:00 am del pasado domingo 26 de octubre, cuando transitaba por la aldea Playa Grande, San Marcos, Santa Bárbara.
El mayor de los Valle viajaba en un sencillo pickup de una cabina en compañía de dos trabajadores que murieron en el ataque.
Uno de ellos fue identificado como Deyvis Roduel Chávez Amaya (36).
Valle nació el 16 de febrero de 1959 y tenía su residencia en La Entrada, Copán, aunque tenía registrado su domicilio en La Jigua, Copán, donde tenía propiedades.
A dos días de ser gravemente herido, Valle falleció en una clínica privada de San Pedro Sula.
Lo investigaban
Los cuerpos de inteligencia policial informaron que, desde joven, Ángel Antonio Valle Valle se volvió adicto a las drogas, lo que le habría generado problemas con sus parientes, al grado de que estos lo marginaron y no lo involucraron en sus actividades.
“Las dificultades que atravesó lo llevaron a perderse en las drogas muchos años. Sin embargo adquirió una propiedad donde mantuvo ganado que fue la fuente de ingreso para su familia.
Sus hijos llevaron las riendas del negocio familiar”, informó un agente.
Las autoridades aseguran que aunque nunca se vio vinculado con sus hermanos en las actividades ilícitas, el ataque que sufrió a finales de octubre pudo originarse por dos causas: venganza en contra de los hermanos o un asalto.“El caso sigue la investigación normal para determinar los hechores y móviles. Sin embargo se presume que ante la falta de protección en la que ha quedado la familia, un ataque se puede manejar como una venganza de otros grupos criminales o un posible asalto”, explicó un investigador.
El carro donde se conducía Ángel Antonio el día del ataque era un pickup rojo del año 1980; era un vehículo de trabajo, sin lujos, que según conocidos utilizaba para sus tareas de trabajo.
Ángel Antonio no fue designado por Estados Unidos como parte de la estructura criminal ligada a sus hermanos; ni en Honduras, las autoridades confirmaron que se le investigara por algún ilícito.
Como una persona humilde que vivió en la pobreza y marginado por sus hermanos menores recuerdan a Ángel Antonio Valle Valle (55), quien era hermano de madre de Miguel Arnulfo, Luis Alonso, José Inocente y Digna Azucena Valle Valle.
Quienes lo conocieron aseguran que se dedicó a la ganadería, pero que nunca mantuvo una relación cercana con sus hermanos, señalados por Estados Unidos como narcotraficantes.
A Ángel Antonio nunca lo vieron en las pomposas fiestas que organizaron sus parientes ni mucho menos lo integraron en los negocios ilícitos que desde hace 25 años, según informes de Washington, realizaban sus cuatro hermanos, trasegando droga dentro y fuera de Honduras.
Nunca lo identificaron como parte de la estructura del clan y prueba de ello fue que el día que sufrió el atentado en que resultó gravemente herido se ignoraba de su existencia.
Fue hasta que las autoridades policiales custodiaron la clínica privada donde fue ingresado con un balazo en la cabeza que se establecieron sus vínculos de consanguinidad con el cartel de los Valle.
Pese a que no mantuvo una relación estrecha con sus hermanos, quienes lo conocieron no se explican por qué supuestos delincuentes lo emboscaron a eso de las 11:00 am del pasado domingo 26 de octubre, cuando transitaba por la aldea Playa Grande, San Marcos, Santa Bárbara.
El mayor de los Valle viajaba en un sencillo pickup de una cabina en compañía de dos trabajadores que murieron en el ataque.
Uno de ellos fue identificado como Deyvis Roduel Chávez Amaya (36).
Valle nació el 16 de febrero de 1959 y tenía su residencia en La Entrada, Copán, aunque tenía registrado su domicilio en La Jigua, Copán, donde tenía propiedades.
A dos días de ser gravemente herido, Valle falleció en una clínica privada de San Pedro Sula.
 Angel Antonio Valle Valle, era el mayor del clan Valle, era hermano de madre de los tres extraditables.
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Los cuerpos de inteligencia policial informaron que, desde joven, Ángel Antonio Valle Valle se volvió adicto a las drogas, lo que le habría generado problemas con sus parientes, al grado de que estos lo marginaron y no lo involucraron en sus actividades.
“Las dificultades que atravesó lo llevaron a perderse en las drogas muchos años. Sin embargo adquirió una propiedad donde mantuvo ganado que fue la fuente de ingreso para su familia.
Sus hijos llevaron las riendas del negocio familiar”, informó un agente.
Las autoridades aseguran que aunque nunca se vio vinculado con sus hermanos en las actividades ilícitas, el ataque que sufrió a finales de octubre pudo originarse por dos causas: venganza en contra de los hermanos o un asalto.“El caso sigue la investigación normal para determinar los hechores y móviles. Sin embargo se presume que ante la falta de protección en la que ha quedado la familia, un ataque se puede manejar como una venganza de otros grupos criminales o un posible asalto”, explicó un investigador.
El carro donde se conducía Ángel Antonio el día del ataque era un pickup rojo del año 1980; era un vehículo de trabajo, sin lujos, que según conocidos utilizaba para sus tareas de trabajo.
Ángel Antonio no fue designado por Estados Unidos como parte de la estructura criminal ligada a sus hermanos; ni en Honduras, las autoridades confirmaron que se le investigara por algún ilícito.
