Tegucigalpa. Una anciana de 85 años fue asesinada con saña en su residencia ubicada en la colonia Altos de El Prado, sin que hasta
ayer los cuerpos de inteligencia policial conocieran los móviles y la identidad de los malhechores, aunque la principal sospechosa es una trabajadora doméstica.
La víctima fue la señora Yolany Matuty de Marichal, quien fue estrangulada y sometida a otro tipo de ultrajes por los criminales, según reveló un agente de investigación que participó en la inspección de la escena del crimen.
De acuerdo a los primeros informes, se supo que ella vivía sola con su empleada.
Macabro hallazgo
Los residentes del sector capitalino no salían de su asombro al enterarse del descubrimiento en el apartamento 2017 de la colonia.
Ricardo Marichal, hijo de la infortunada y gobernador electo del Club Rotario, y otros miembros de la familia se movilizaron a la casa al no lograr comunicarse por teléfono con nadie y se encontraron con la espeluznante escena, de acuerdo a lo revelado por una fuente policial.
Al ingresar, Marichal halló el cadáver de su madre sobre la cama en que usualmente ella dormía. Tenía el rostro cubierto con una almohada y en el abdomen la marca del 666, número que utilizan los miembros de una pandilla juvenil. También sobre el
cuerpo le pusieron una foto de una nieta con un cuchillo encima.
La habitación quedó en un completo desorden, como si los victimarios hubiesen buscado prendas de valor, pero lo más extraño es que nadie escuchó ruido ni se enteró de nada, a pesar de que en la entrada a la colonia hay una caseta de vigilancia y una tranca.
Decenas de personas, entre parientes y amigos de la anciana, llegaron al lugar tras conocer información del trágico suceso que ha consternado a miles de capitalinos por la alevosía con la cual fue cometido.
En tanto, agentes de la Dirección General de Investigación Criminal, Dgic y de la Unidad de Análisis de la Policía Preventiva acordonaron el área para evitar la contaminación de la escena
del crimen.
La Dgic buscaba ayer a la empleada doméstica de la anciana, quien desapareció misteriosamente y hay sospechas de que la muerte habría ocurrido después de las 12:00 de la medianoche.
Testigos relataron que la joven comenzó a trabajar el martes,
pero ningún familiar la conoce ni sabe el nombre de ella,
situación que vuelve difícil el trabajo de investigación.
La Dgic detuvo al guardia de una empresa de seguridad privada,
Carlos Betancourt, quien entró de turno a las 6.25 de la mañana, así como a tres jovencitos que realizaban trabajos de reparación en la segunda planta del inmueble.
