Tegucigalpa, Honduras
Una multitud de personas llegó ayer por la tarde al cementerio de Jacaleapa en la capital a darle el último adiós a Bertha Aurora Rodríguez Matamoros (de 64 años), quien era la presidenta del patronato de la colonia Las Pavas y que fue ultimada a balazos en su vivienda.
El crimen contra la enfermera Bertha Aurora Rodríguez, quien era esposa del presidente de sindicato de trabajadores del hospital Escuela, ocurrió la tarde del domingo.
“Era una mujer querida y trabajadora. Era buena gente, a la hora que fuera servía, era la enfermera de la colonia, cuando uno ocupaba algún favor ella siempre estaba para ayudar”, dijo consternada una vecina.
 Bertha Aurora Rodríguez fue dirigente de las enfermeras en el IHSS. Trabajó los últimos años en el Materno Infantil.
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Llegaron a inyectarse
Bertha Rodríguez fue ultimada supuestamente por pandilleros de la 18. Según versión de testigos, dos hombres llegaron a su casa para que les aplicara una inyección, una vez ya dentro tomaron por la fuerza a la enfermera y frente a sus hijas, quienes les imploraron que no le hicieran daño, le dispararon. Otra de las versiones señala que un pandillero se habría infiltrado en la junta directiva del patronato de Las Pavas, acción por la que renunciaría de su cargo y que causó molestia a la pandilla. Estos y otros elementos hipotéticos serían corroborados por la Policía Nacional.
“Nosotros hemos sido luchadores, nos ha gustado velar por la gente pobre y con mucho sacrificio hemos criado a nuestros hijos; ahí se equivocaron con mi viejita porque era una mujer bondadosa”, lamentó en medio de un ahogado llanto José Girón, sindicalista y esposo de la victimada. El esposo manifestó que ella nunca le comentó sobre algún problema laboral o algo parecido.
