05/12/2025
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Maestros de escuela capitalina estarían siendo extorsionados

  • 11 abril 2018 /

El hecho se registró a tan solo una semana después de que en el mismo lugar un alumno del Centro Básico Jacobo Cáceres perdió la vida de un disparo.

    Tegucigalpa, Honduras.

    Estaba a una cuadra para llegar a su centro de trabajo y fue atacada a balazos por un delincuente que se transportaba en una motocicleta.

    Eso fue lo que le ocurrió la mañana de ayer a Miriam Leticia Argueta, quien se desempeña como profesora del Centro Básico Jacobo Cáceres, en la aldea Suyapa de Tegucigalpa.

    La maestra se transportaba en su vehículo Honda, turismo, color gris y cuando transitaba por la calle de las tres cruces fue sorprendida por los disparos que impactaron en los vidrios laterales del conductor y del pasajero.

    Los disparos le alcanzaron varias partes del cuerpo, por lo que de inmediato fue trasladada a la sala de emergencia del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), donde se informó que se recuperaba de forma favorable.

    La persona que disparó contra Argueta se transportaba en una motocicleta, por lo que después del atentado se dio a la fuga del lugar.

    Según el relato de los maestros, el pánico se ha apoderado del personal docente y de la población estudiantil, ya que los conflictos armados entre presuntos pandilleros se han vuelto frecuentes en este sector de la capital.

    Agentes de la DPI en la búsqueda de las evidencias tras el atentado criminal.
    Extraoficialmente se conoció que los maestros estarían siendo extorsionados por un grupo antisocial, por lo que las autoridades no descartan que el ataque se trate de una advertencia de los pandilleros que operan en la aldea Suyapa y en los sectores aledaños.

    El pasado 2 de abril, un niño de 12 años perdió la vida producto de las balas que fueron disparadas por delincuentes en contra de una unidad del transporte urbano.

    El menor salía del centro educativo y esperaba el transporte para ir a su casa.

    El pequeño Rodis Eduardo Peralta Rivera había solicitado permiso especial para salir de las instalaciones del colegio porque se sentía mal de salud.

    El adolescente que cursaba el séptimo grado, se sentó a esperar a sus padres en un muro que está a escasos metros del instituto y las balas impactaron en su cuerpo y le quitaron la vida. Agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar del atentado contra la maestra y trasladaron el vehículo hasta las instalaciones de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) para realizar las averiguaciones del caso.

    Los uniformados levantaron algunas evidencias en la calle de las tres cruces, sector donde fue el tiroteo.