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Por cuarto día consecutivo aseguran más bienes ligados a Los Cachiros  

  • 08 marzo 2018 /

Aunque hubo más aseguramientos e identificación de sus dueños no hay más capturas.

    Tegucigalpa, Honduras.

    Lujosas residencias, tiendas de venta de ropa y agropecuarias, entre otras propiedades, fueron asegurados en el cuarto día consecutivo de la Operación Apolo, dirigida por el Ministerio Público (MP).

    Estas acciones ejecutadas por los órganos investigativos y de seguridad del Estado, como la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) y la Fiscalía Especial contra la Corrupción (Fescco), están encaminados a expropiar bienes ligados a los hermanos Rivera Maradiaga.

    Los también conocidos como Los Cachiros, a pesar de estar presos en Estados Unidos, tenían vigente un grupo de personas que, según los cuerpos de investigación del Estado, funcionaban como el brazo financiero de esta organización dedicada al tráfico de drogas.

    La tienda de ropa Black and White Closet fue tomada por la Atic.
    Tres bienes más asegurados

    En la continuación de los aseguramientos, la Atic y la Fescco tomaron en su poder una pomposa residencia en la aldea Cayo Sierra, de Tocoa, en Colón.

    Este bien inmueble, de finos acabados en madera y ventanas corredizas, de acuerdo con el Ministerio Público, está a nombre del señor José Ángel Maradiaga, de quien las autoridades no proporcionaron más detalles.

    De igual manera, durante la Operación Apolo, ayer lograron asegurar el negocio denominado Black and White Closet.

    La agropecuaria Agrovet La Finca también fue asegurada en Santa Cruz de Yojoa.
    Este comercio es una tienda de venta de ropa sita en el barrio Suyapa, del municipio de Santa Cruz de Yojoa.

    Este comercial, según los registros mercantiles y de propiedad, aparece a nombre de la señora Ana Gabriela Molina.

    Siempre en este municipio del norte del país, los agentes de la Atic allanaron y luego tomaron posesión de la agropecuaria Agrovet La Finca. Este es otro de los bienes investigados por la Fescco y que fueron investigados por lavado de activos, de la misma red de Los Cachiros, de acuerdo con las pesquisas del Ministerio Público. La propietaria de este comercio también es Ana Gabriela Molina. Este último bien ya fue puesto en manos de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi).