Tegucigalpa, Honduras.
Al menos 133 privados de libertad que se encontraban recluidos en el Centro Penitenciario de Támara serán trasladados este martes a la cárcel de El Porvenir, por disposición de las autoridades hondureñas.
En un comunicado, el Instituto Nacional Penitenciario señaló que los presos fueron trasladados desde la Penitenciaria Nacional, ubicada en el extremo norte de Tegucigalpa, como parte de las medidas para 'descongestionar y acondicionar espacios en los presidios'.
Agregó que en la prisión de El Porvenir, a unos 70 kilómetros al noreste de Tegucigalpa, los reos tendrán talleres de manualidades para que aprendan algún oficio y puedan reintegrarse a la sociedad al quedar en libertad.
Muchos de los convictos trasladados no son tan peligrosos, algunos ya fueron condenados, y otros sufren alguna enfermedad, según las autoridades.
La cárcel de El Porvenir tiene capacidad para 1.800 reclusos y dispone de talleres para múltiples oficios, según la Secretaría de Seguridad.
Con este grupo suman más de 800 los reos enviados a la cárcel de máxima seguridad por orden del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, como parte de las medidas con las que su gobierno pretende frenar la violencia y la extorsión en el país.
Según la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), el 80 % de los ataques y masacres perpetradas en el país centroamericano son ordenadas por pandilleros que operan desde las cárceles.
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El sistema penitenciario de Honduras, compuesto por una treintena de cárceles, alberga a 17.712 presos, cuando su capacidad máxima es de 8.000, y menos de la mitad de los reclusos han sido sentenciados, según cifras oficiales.
