Ultimadas a balazos y puñaladas encontraron ayer a una ingeniera en Sistemas y su madre en su vivienda en la colonia Los Laureles.
Las víctimas respondían a los nombres de Ana Besy Adriano (de 49 años) y su progenitora Mirna Elizabeth de Adriano (de 76), una maestra jubilada, según lo informado por las autoridades policiales.
La Policía indicó que el crimen de la ingeniera y su madre tiene como causa el robo porque los homicidas se llevaron una caja fuerte, dinero y otras pertenencias de las ahora occisas.
Vecinos del lugar dijeron que los cuerpos de las dos mujeres fueron descubiertos por una hija de la maestra, quien llegó a buscarlas a eso de las 6:00 am porque su hermana Ana Besy no le contestaba las llamadas que le estuvo haciendo a su celular ni los mensajes que le envió la noche del jueves y la mañana de ayer.
A la ingeniera en Sistemas la mataron en la sala y a su madre en un dormitorio de la segunda planta de la vivienda en la calle que da acceso a la colonia Universidad.
Las autoridades forenses, fiscales y de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) levantaron los cadáveres a las 10:30 am.
Las autoridades informaron que el cuerpo de Ana Besy tenía tres heridas de arma de fuego en el abdomen y el tórax. La mamá de la ingeniera presentaba varias heridas de puñal en el abdomen y el tórax.
En la inspección a la vivienda, los técnicos especialistas forenses en escena del crimen de la DPI constataron que el portón y las puerta de acceso al inmueble no estaban violentados, lo que hace suponer a la autoridades que quienes cometieron el doble crimen eran conocidos de la profesional y de su madre.
Los agentes también descartan que los homicidas se hayan saltado el muro de la casa, pues tiene serpentina y alambre que está electrificado.
En en el mismo predio hay unos apartamentos que eran de las ahora occisas, los cuales están separados de la casa de las Adriano por un muro interno. Según lo informado, en la casa había desorden y las carteras de las dos mujeres estaban saqueadas. En la requisa de la escena del crimen, los técnicos hallaron tres casquillos de bala.
Los vecinos manifestaron que Ana Besy Adriano hacía una semana que había llegado de Gran Caimán, adonde residía. La profesional vino a celebrarle el cumpleaños a su mamá. El festejo fue tres días antes de que las mataran, según lo informado por los vecinos. Conforme a lo relatado por los moradores del lugar, la ingeniera Ana Besy Adriano estaba casada con un empresario de Gran Caimán.
