Tegucigalpa, Honduras.
Con la premisa de que habían diez cuerpos humanos enterrados en un cementerio clandestino ubicado en la aldea El Lolo, las autoridades competentes realizaron las diligencias investigativas con el fin de corroborar la información.
Desde el jueves, agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y de inspecciones oculares, siempre adscrita a esta dirección, localizaron las tumbas y a uno de los cadáveres que estaba a escasos centímetros de profundidad.
Ayer, con la ayuda de un equipo para exhumaciones de Medicina Forense de la capital pudieron localizar tres cuerpos humanos enterrados en igual número de
fosas clandestinas.
Tres tumbas
Con la sutileza del caso y utilizando pequeñas piochas, palas y tamizadores, los médicos y auxiliares forenses fueron descubriendo los restos humanos de quienes hasta el momento se desconoce cuál es su género y edad.
Dos de las tumbas estaban una junto a la otra y una tercera estaba localizada a 100 metros de las demás.
El personal forense que efectuó la labor de extracción de los cadáveres comentó que sobre los cuerpos, que estaban dentro de sacos, había una capa de piedras y luego la tierra para terminar de taparlos.
Los cuerpos, en avanzado estado de putrefacción, fueron cargados en las espaldas de los forenses hasta bajar el escabroso cerro donde fueron ultimados y enterrados, presumiblemente por integrantes de la pandilla 18.
Los tres cadáveres fueron ingresados ayer mismo a la morgue del Ministerio Público, en esta ciudad, para practicarles las autopsias respectivas, en las que principalmente podrá conocerse su género.
En relación a su identidad, el proceso podría tardar algunos días debido a que el estado de descomposición obliga a los especialistas a realizar exámenes de ADN o evaluaciones dentales (odontogramas) en el caso de que haya posibles familiares.
¿Si o no?
El ministro de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco, expresó que “existe especulación sobre la existencia de más cuerpos; pero será el Ministerio Público y especialistas en la escena del crimen los que determinarán la veracidad de esta hipótesis”.
Estas declaraciones fueron vertidas por el funcionario minutos antes de que se realizara la exhumación, sin embargo, al finalizar se comprobó que las premoniciones de los investigadores no eran tan desacertadas.
Aunque ayer, las autoridades policiales y forenses se retiraron de la zona en cuestión, no descartaron que hayan más inspecciones en el terreno, ya que la información que manejan los encargados de la investigación es que podría haber más cuerpos enterrados.
Para evitar que la escena pueda ser estropeada por antisociales o los autores materiales de estos asesinatos, la presencia policial será constante en la zona hasta finalizar la investigación, aseguraron las autoridades.
Pese a que a menos de un kilómetro de distancia están las viviendas de la aldea El Lolo, sus habitantes relataron que nunca vieron pasar a nadie cargando bultos o sacos en esa dirección.
Con la premisa de que habían diez cuerpos humanos enterrados en un cementerio clandestino ubicado en la aldea El Lolo, las autoridades competentes realizaron las diligencias investigativas con el fin de corroborar la información.
Desde el jueves, agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y de inspecciones oculares, siempre adscrita a esta dirección, localizaron las tumbas y a uno de los cadáveres que estaba a escasos centímetros de profundidad.
| Miedo
El temor en los colonos de esa zona en la periferia de la capital es evidente debido a que es dominada por la Pandilla 18, es por esta razón que poco o nada se atreven a comentar con los medios de comunicación, mucho menos con las autoridades.
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Tres tumbas
Con la sutileza del caso y utilizando pequeñas piochas, palas y tamizadores, los médicos y auxiliares forenses fueron descubriendo los restos humanos de quienes hasta el momento se desconoce cuál es su género y edad.
Dos de las tumbas estaban una junto a la otra y una tercera estaba localizada a 100 metros de las demás.
| Forenses y policías inspeccionaron la escena del cementerio clandestino antes de la exhumación.
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Los cuerpos, en avanzado estado de putrefacción, fueron cargados en las espaldas de los forenses hasta bajar el escabroso cerro donde fueron ultimados y enterrados, presumiblemente por integrantes de la pandilla 18.
Los tres cadáveres fueron ingresados ayer mismo a la morgue del Ministerio Público, en esta ciudad, para practicarles las autopsias respectivas, en las que principalmente podrá conocerse su género.
En relación a su identidad, el proceso podría tardar algunos días debido a que el estado de descomposición obliga a los especialistas a realizar exámenes de ADN o evaluaciones dentales (odontogramas) en el caso de que haya posibles familiares.
| Con los cadáveres en bolsas color café, los forenses bajaron del cerro.
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El ministro de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco, expresó que “existe especulación sobre la existencia de más cuerpos; pero será el Ministerio Público y especialistas en la escena del crimen los que determinarán la veracidad de esta hipótesis”.
| Mujeres
Se presume que los tres cuerpos podrían ser de mujeres y no de hombres.
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Aunque ayer, las autoridades policiales y forenses se retiraron de la zona en cuestión, no descartaron que hayan más inspecciones en el terreno, ya que la información que manejan los encargados de la investigación es que podría haber más cuerpos enterrados.
Para evitar que la escena pueda ser estropeada por antisociales o los autores materiales de estos asesinatos, la presencia policial será constante en la zona hasta finalizar la investigación, aseguraron las autoridades.
Pese a que a menos de un kilómetro de distancia están las viviendas de la aldea El Lolo, sus habitantes relataron que nunca vieron pasar a nadie cargando bultos o sacos en esa dirección.
