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Asesino del pequeño José Geovany aún no ha sido capturado

  • 20 julio 2017 /

El pequeño José Geovany estaba jugando en una bicicleta dentro de una cuartería cuando un inquilino hizo varios disparos.

La Entrada, Copán, Honduras.

“Me quitaré los zapatos para jugar porque no quiero que mi mamá gaste dinero”, decía José Geovany Orellana Benítez (de 13 años) antes de comenzar sus partidos de fútbol, según sus compañeros que ayer lloraban al ver el ataúd del pequeño, a quien una bala le segó su vida.

El miércoles 19 de julio, José Geovany recibió sus clases en el séptimo grado del Instituto Bernardo Galindo de La Entrada, Copán.

Como todos los días puso atención en sus materias y al salir planificaron con su equipo de fútbol ir a jugar a las 3:00 pm a una cancha en las cercanías de la colonia Suyapa.

En su humilde casa fueron velados los restos del niño José Geovany.
Uno de sus amigos le pagó su parte del alquiler de la cancha, pues no andaba dinero, y al terminar el partido se fueron muy alegres a sus casas.

Aproximadamente a las 5:00 pm, Geovany tomó la bicicleta de su padre y dijo que iría a comer donde su hermano, quien vive en una cuartería de la colonia La Joya.

Sus parientes no estaban en el lugar, por lo que se puso a jugar en la bicicleta en una cuesta de la cuartería.

Antes de las 7:00 de la noche, un hombre, a quien los vecinos identifican como Manuel Díaz Martínez, en una discusión con otro inquilino, conocido como Dago, disparó en varias ocasiones.

La DPI indaga lo que sucedió en la cuartería.
El niño recibió uno de los balazos en la parte izquierda de su tórax, por lo que cayó en el suelo.

Al verlo, personas que estaban en el lugar lo auxiliario y luego lo llevaron en una ambulancia a Santa Rosa de Copán, pero en el camino murió.

Los involucrados en la pelea abandonaron la cuartería y ahora son buscados por la Policía de investigación.

La muerte del pequeño Geovany ha conmovido a La Entrada, Copán, pues era un niño que quería salir adelante y se esforzaba por ser el mejor estudiante.

“Tenía sueños y quería sacar a su madre de la pobreza y por eso la consideraba tanto que prefiería jugar sin sus zapatos para que no se le gastaran”, dijeron sus profesores.

Sus compañeros se unieron al dolor.