San Pedro Sula, Honduras.
Minutos de terror vivieron ciudadanos que circulaban ayer por el bulevar que conduce a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras del Valle de Sula (Unah-vs) cuando cinco sicarios se bajaron de un carro blanco doble cabina y acribillaron al administrador del centro penal sampedrano, Hugo Hernández, a un reo y un policía penitenciario.
Las víctimas iban en un vehículo gris, placas PDR 15 23, registrado a nombre de una distribuidora.
El carro era conducido por el administrador del centro penal de San Pedro Sula y le acompañaba su primo Cristian Alejandro Hernández Licona, quien estaba condenado a 13 años desde 2014 por el delito de robo de vehículo y privación injusta de la libertad. Se desconoce por qué estaba fuera del penal. En el asiento trasero del doble cabina viajaba el policía penitenciario José Sánchez, quien era el custodio del privado de libertad.
Balacera
A la 1:03 pm, el carro conducido por el funcionario comenzó a ser atacado a tiros por sujetos que se bajaron del doble cabina blanco aprovechando que en el bulevar que conduce a la Unah-vs había una fila porque el semáforo que está en el desvío a la colonia Jardines del Valle estaba en rojo.
Los sicarios, que vestían camisas a cuadros color azul, chalecos antibalas, pasamontañas y portaban fusiles AK-47, dispararon por varios minutos el carro del administrador del presidio.
Según testigos, el custodio al parecer disparó con su fusil de Galil que portaba y de igual manera lo hizo Cristian Alejandro Hernández con una pistola.
Pero las balas que disparaban los sicarios no permitieron que saliera del auto el administrador, quien quedó en su asiento en el que recibió múltiples balazos, sobre todo en su cabeza y tórax.
El policía penitenciario cayó abatido al lado izquierdo del carro sobre el bulevar.
Cristian Hernández salió corriendo y disparando del carro, pero fue alcanzado por uno de los sicarios que le disparó en la cabeza en varias ocasiones quedando tirado en la parte trasera de un negocio de la zona.
Durante el tiroteo, dos de los sicarios se capeaban de las balas alrededor del pick up blanco, el cual abordaron para esperar a los otros delincuentes. Personas que con nervios grabaron imágenes de los sicarios relataban que los atacantes eran hombres con fusiles, “los cuales maniobraron como si tenían experiencia o formación en armas”.
Además señalaron que cada uno de los sicarios tomó un rol durante el ataque en medio del bulevar y del tráfico. Los victimarios huyeron en el Mitsubishi blanco, minutos después llegaron patrullas de la Policía a la escena. Cerca del carro que quedó perforado por las balas en toda la cabina estaban varados otros vehículos de sampedranos que presenciaron el hecho violento, el que en medio del nerviosismo describieron como “una pesadilla”.
Desde las 2:00 pm, los técnicos de Inspecciones Oculares de la Dirección Policial de Investigación (DPI) comenzaron a recolectar cada uno de los más de 200 casquillos que había en la zona terminando pasadas las 10:00 pm con el reconocimiento de las tres víctimas.
Se conoció que en el hecho violento un ciudadano resultó herido en el tiroteo, pero no tenía nada que ver en el incidente, pues estaba trabajando en la zona cuando recibió uno de los balazos. Hasta anoche, los investigadores no manejaban causas del triple crimen, que se suma a los últimos hechos violentos en el país.
Minutos de terror vivieron ciudadanos que circulaban ayer por el bulevar que conduce a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras del Valle de Sula (Unah-vs) cuando cinco sicarios se bajaron de un carro blanco doble cabina y acribillaron al administrador del centro penal sampedrano, Hugo Hernández, a un reo y un policía penitenciario.
Las víctimas iban en un vehículo gris, placas PDR 15 23, registrado a nombre de una distribuidora.
El carro era conducido por el administrador del centro penal de San Pedro Sula y le acompañaba su primo Cristian Alejandro Hernández Licona, quien estaba condenado a 13 años desde 2014 por el delito de robo de vehículo y privación injusta de la libertad. Se desconoce por qué estaba fuera del penal. En el asiento trasero del doble cabina viajaba el policía penitenciario José Sánchez, quien era el custodio del privado de libertad.
Balacera
A la 1:03 pm, el carro conducido por el funcionario comenzó a ser atacado a tiros por sujetos que se bajaron del doble cabina blanco aprovechando que en el bulevar que conduce a la Unah-vs había una fila porque el semáforo que está en el desvío a la colonia Jardines del Valle estaba en rojo.
Los sicarios, que vestían camisas a cuadros color azul, chalecos antibalas, pasamontañas y portaban fusiles AK-47, dispararon por varios minutos el carro del administrador del presidio.
Los sicarios acribillaron al administrador del penal Hugo Hernández, quien iba conduciendo. El policía cayó abatido en el pavimento.
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Pero las balas que disparaban los sicarios no permitieron que saliera del auto el administrador, quien quedó en su asiento en el que recibió múltiples balazos, sobre todo en su cabeza y tórax.
El policía penitenciario cayó abatido al lado izquierdo del carro sobre el bulevar.
Cristian Hernández salió corriendo y disparando del carro, pero fue alcanzado por uno de los sicarios que le disparó en la cabeza en varias ocasiones quedando tirado en la parte trasera de un negocio de la zona.
Durante el tiroteo, dos de los sicarios se capeaban de las balas alrededor del pick up blanco, el cual abordaron para esperar a los otros delincuentes. Personas que con nervios grabaron imágenes de los sicarios relataban que los atacantes eran hombres con fusiles, “los cuales maniobraron como si tenían experiencia o formación en armas”.
Hugo Hernández (administrador del centro penal) y Cristian Alejandro Hernández Licona.
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Desde las 2:00 pm, los técnicos de Inspecciones Oculares de la Dirección Policial de Investigación (DPI) comenzaron a recolectar cada uno de los más de 200 casquillos que había en la zona terminando pasadas las 10:00 pm con el reconocimiento de las tres víctimas.
Se conoció que en el hecho violento un ciudadano resultó herido en el tiroteo, pero no tenía nada que ver en el incidente, pues estaba trabajando en la zona cuando recibió uno de los balazos. Hasta anoche, los investigadores no manejaban causas del triple crimen, que se suma a los últimos hechos violentos en el país.
El tiroteo que duró varios minutos dejó en la escena más de 200 casquillos regados en el bulevar.
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