La colección incluye más de 60 muñecas, todas distintas, y muchas representan el clásico glamur francés.
Todas son de porcelana, y otras elaboradas con celuloide, ataviadas con hermosos trajes, pestañas grandes y sombreros clásicos han sido perfectamente restauradas a fin de reflejar su belleza y encanto.
Las muñecas francesas eran enviadas a las damas de la aristocracia para mostrar por medio de ellas la ropa y los accesorios, luego ellas seleccionaban el diseño que más les gustaba.
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Estas muñecas fueron donadas al museo por la prestigiosa dama de la alta sociedad sampedrana María Cristina de Alsina.
Por los años 1840 no había desfiles de moda y surgió la idea de fabricar muñecas con cara de porcelana, cuya figura representaba mujeres de manera que vestidas con distintas prendas fueran mostradas a las damas de la burguesía.
Hasta 1935 se fabricó este tipo de muñecas con cara de porcelana y existieron cientos de fábricas, la mayoría alemanas, francesas e inglesas. En general, las marcas están gravadas en la nuca de la muñeca, en donde se indica el nombre del fabricante y la fecha en que la hicieron.
La muñeca es considerada en casi todo el mundo un objeto de colección y lujo.
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