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La FIL Guadalajara aplaude la firmeza de Norman Manea

  • 26 noviembre 2016 /

El autor rumano recibió el galardón en Lenguas Romances 2016 en la inauguración de la 30 edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

Guadalajara, México.

Las páginas del escritor rumano Norman Manea, que conjugan las cicatrices de la persecución y del exilio y también 'la firmeza de la resistencia a ellos', fueron reconocidas hoy por la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en la entrega del premio en Lenguas Romances 2016.

El autor (Bucovina, Rumania, 1936) sintetizó, al recibir el galardón en la inauguración de la 30 edición de la FIL, lo que para él es su escritura: una alianza entre la 'experiencia biográfica de la exclusión y la opresión con la alegría 'libresca' de la literatura'.

El discurso de Manea, realizado en su lengua natal y con referencias a las divisiones históricas que ha sufrido su región con el paso del tiempo, se convirtió en un alegato a las raíces de un hombre sobre el cual, no obstante, recae la huella del exilio.

Esgrimió, además, argumentos firmes en contra de la 'comercialización y vulgarización del sufrimiento'; una constante que ha mantenido a lo largo de trayectoria, en la que dijo haber resistido a 'la cicatriz de los traumas'.

El autor de libros como 'El sobre negro' (1986) o 'El regreso del hooligan' (2003) relató cómo una mañana de octubre de 1941 fue trasladado hacia el 'apocalipsis', al campo de concentración donde aprendió 'una primera y esencial lección sobre vida y horror'.

La deshumanización, las humillaciones y la incertidumbre, que confluyeron en lo que calificó como su 'primer exilio', dieron paso a la 'resurrección' que fue su liberación, con la que sus ojos de niño redescubrieron la 'maravilla de la banalidad'.

Fue entonces cuando empezó a forjar su férrea vinculación con la escritura; un volumen del cuentista rumano Ion Creanga volcó sus anhelos hacia las letras, y su primera creación fue un poema dedicado a una niña de ojos azules que -rememoró-, resultó ser una 'musa indiferente' a sus palabras.

El estilo de Manea es 'elegante e inesperado', bañado en un sentido del humor 'perspicaz' e inteligencia, valoró el escritor y editor Alberto Manguel en la lectura de la semblanza del rumano.