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El héroe y el antihéroe del fútbol peruano se enfrentan en el cine

  • 07 diciembre 2016 /

'Guerrero', interpretada por el futbolista Paolo Guerrero, narra la vida del mayor goleador en la historia de la selección peruana.

Lima, Perú

Paolo Guerrero, en el papel del mayor héroe actual del fútbol peruano, y 'Calichín', un antihéroe que representa a la eterna promesa fracasada del deporte rey de este país, se enfrentan en las salas de cine de Perú con dos películas que propugnan el valor de la superación desde realidades contrapuestas.

'Guerrero', interpretada por el mismo futbolista, narra la vida del mayor goleador en la historia de la selección peruana, mientras que 'Calichín', protagonizada por el popular actor y presentador de televisión Aldo Miyashiro, es una historia de redención que se ríe de las miserias del fútbol más humilde de Perú.

El discurso épico de la primera para contar los sacrificios de Guerrero en su camino a la elite del fútbol contrasta con la clave humorística de la segunda, una caricatura de los numerosos jugadores peruanos cuya trayectoria les hace terminar en clubes de poca monta por su indisciplina e irregularidad.

Sin embargo, las dos producciones lanzan un mensaje de esfuerzo para superar las propias circunstancias y alcanzar sus metas, ya sea desde prestigiosos clubes como el Bayern de Múnich y los brasileños Sao Paulo y Flamengo en el caso de Guerrero, o desde el ficticio y limitado Sporting Amigos del Dolor en el caso de 'Calichín'.

La estrella y el 'estrellado' del fútbol peruano coincidirán en la cancha de los cines peruanos cuando 'Guerrero' se estrene este jueves, pero 'Calichín' ya anotó el primer gol al congregar en las salas de cine a más de medio millón de espectadores desde el pasado 10 de noviembre.

El director de 'Calichín', Ricardo Maldonado, indicó a Efe que la buena acogida de su película se debe a que el personaje protagonista es fácilmente reconocible en ciertos jugadores peruanos presentes en la mente de un público fanático del fútbol y obsesionado por que su selección vuelva a jugar un Mundial después de 34 años.

Precisamente el filme hace un guiño a la época más exitosa de la Blanquirroja con el cameo de Hugo Sotil y Julio César Uribe, el primero famoso por haber jugado en el Barcelona con Johan Cruyff y el segundo integrante de la selección peruana que jugó su última Copa del Mundo, en España 1982.

'Desde hacía tiempo me llamaba la atención la segunda división peruana como telón de fondo para una historia, porque es un entorno muy pintoresco', dijo Maldonado en referencia a la Copa Perú, un torneo de fútbol no profesional cuyo campeón accede a la primera división peruana.

En ese torneo, disputado en las canchas más variopintas y remotas de todo el país, es habitual que ocurran incidencias tan cómicas como que una manada de vacas entre al terreno de juego e interrumpa el partido, una abeja pique al árbitro y retrase el pito inicial, o que el encuentro termine en batalla campal, algo bastante común.

'Lo divertido es que muchas de las cosas que habíamos imaginado para la historia se quedaron cortas al investigar un poco. Vimos que hay canchas que comienzan en un terreno plano y acaban en un cerro. Otras que tienen árboles dentro de la cancha, y otras cuyo césped llega a la cintura y es imposible ver el balón', dijo Maldonado.

'Guerrero', dirigida por Fernando Villarán, es en cambio un homenaje a la amistad como un pilar básico que llevó al artillero de la selección nacional a triunfar desde las canchas de barrio de Lima hasta los multitudinarios estadios de Europa y América.

Sin embargo, la película del actual jugador del Flamengo no es la primera dedicada a un futbolista peruano, pues Sotil ya protagonizó en su momento 'Cholo' (1972), dirigida por Bernardo Batievsky, justo antes de dar su salto al Barcelona.

Esa tendencia del cine peruano por relatar historias futbolísticas es un reflejo de la gran presencia de este deporte en los aficionados de Perú, enclavada en una prolongada frustración por la añoranza de un exitoso pasado, la actual sequía de gestas y el desaprovechamiento de figuras que podrían cambiar esa realidad.