Nueva York, Estados Unidos.
El diseñador hondureño Carlos Campos ha evolucionado y ha hecho de su propuesta urbana, una verdadera tentación para vestir contemporáneo.
Este talentoso sastre, el más brillante de Honduras en el mundo, presentó su colección primavera verano 2018 y su propuesta tiene una inspiración de la inmortal obra del arquitecto mexicano Luis Barragán, no solo en colores, sino también en líneas minimalistas.
Pero Campos también incluye en su colección, un distintivo que lo identifica en el mundo: el color azul, el mismo de la Bandera Nacional. Es la primera vez que lo utiliza y básicamente domina visualmente la mayoría de las 28 salidas conformadas por más de 70 piezas.
“El uso de los colores en la obra de Barragán siempre me ha parecido fascinante. Nunca abusó de las tonalidades. La arquitectura minimalista de Barragán se transforma con los colores brillantes y le he aportado líneas simples pero sumamente sofisticadas y elegantes”, destacó el diseñador a Diario LA PRENSA.
Carlos, que siempre mantiene una figura estilizada, ahonda aún más con esta pasarela en las prendas deportivas y casuales, pero con una pizca de elegancia urbana.
Variedad
El pantalón siempre será pitillo o punta lápiz, destaca muchísimo la bermúda a media pierna con cintura alta; el uso de las alforjas con un trabajo de creación y confección más delicado y camisas en contraste de colores, con estampados zigzag o en corte asimétrico y dimensión urbana.
“Los colores van desde el rojo cerezo al azul eléctrico y oscuro, el blanco, el café árido, una pequeña dósis de negro y el caqui o camel son la paleta utilizada”, describe. Para cada conjunto, el diseñador se decantó por calzado de la firma Dr. Marteen, diseños que fascina a la juventud norteamericana.
En cuanto a las chaquetas, éstas van puños de sudadera en el camal, son de gran volúmen y oversize y hasta le apuesta a los enterizos en varios colores caracterizados por líneas sencillas y dimensiones variadas.
El traje formal es bien clásico y con una sastrería y patronaje estilo antiguo, consolidando el arte que heredó de su inolvidable padre y tocayo, Carlos Campos.
El espectáculo
Con música del artista J Balbin, a quien también viste, comenzó el show por sus bodas de aluminio en la moda. Es una década bien vivida y trabajada en la industria y que corona con esta pasarela número 20 que presenta ininterrumpidamente en la Semana de la Moda de Nueva York.
Por si fuese poco, Campos tiró la casa por la ventana con un público masivo. Un poco más de 700 personas llegaron a la plataforma uno del Skylight Clarkson y en cuanto a prensa especializada, fue masiva su presencia.
Cada edición, este hondureño logra acaparar la atención de los especialistas por su increíble capacidad de reinvención. El público lo ovació al termino de la pasarela, ya que salió con todo el staff que hizo posible la colección.
El diseñador hondureño Carlos Campos ha evolucionado y ha hecho de su propuesta urbana, una verdadera tentación para vestir contemporáneo.
Este talentoso sastre, el más brillante de Honduras en el mundo, presentó su colección primavera verano 2018 y su propuesta tiene una inspiración de la inmortal obra del arquitecto mexicano Luis Barragán, no solo en colores, sino también en líneas minimalistas.
Pero Campos también incluye en su colección, un distintivo que lo identifica en el mundo: el color azul, el mismo de la Bandera Nacional. Es la primera vez que lo utiliza y básicamente domina visualmente la mayoría de las 28 salidas conformadas por más de 70 piezas.
“El uso de los colores en la obra de Barragán siempre me ha parecido fascinante. Nunca abusó de las tonalidades. La arquitectura minimalista de Barragán se transforma con los colores brillantes y le he aportado líneas simples pero sumamente sofisticadas y elegantes”, destacó el diseñador a Diario LA PRENSA.
Carlos, que siempre mantiene una figura estilizada, ahonda aún más con esta pasarela en las prendas deportivas y casuales, pero con una pizca de elegancia urbana.
Variedad
El pantalón siempre será pitillo o punta lápiz, destaca muchísimo la bermúda a media pierna con cintura alta; el uso de las alforjas con un trabajo de creación y confección más delicado y camisas en contraste de colores, con estampados zigzag o en corte asimétrico y dimensión urbana.
“Los colores van desde el rojo cerezo al azul eléctrico y oscuro, el blanco, el café árido, una pequeña dósis de negro y el caqui o camel son la paleta utilizada”, describe. Para cada conjunto, el diseñador se decantó por calzado de la firma Dr. Marteen, diseños que fascina a la juventud norteamericana.
En cuanto a las chaquetas, éstas van puños de sudadera en el camal, son de gran volúmen y oversize y hasta le apuesta a los enterizos en varios colores caracterizados por líneas sencillas y dimensiones variadas.
El traje formal es bien clásico y con una sastrería y patronaje estilo antiguo, consolidando el arte que heredó de su inolvidable padre y tocayo, Carlos Campos.
El espectáculo
Con música del artista J Balbin, a quien también viste, comenzó el show por sus bodas de aluminio en la moda. Es una década bien vivida y trabajada en la industria y que corona con esta pasarela número 20 que presenta ininterrumpidamente en la Semana de la Moda de Nueva York.
Por si fuese poco, Campos tiró la casa por la ventana con un público masivo. Un poco más de 700 personas llegaron a la plataforma uno del Skylight Clarkson y en cuanto a prensa especializada, fue masiva su presencia.
Cada edición, este hondureño logra acaparar la atención de los especialistas por su increíble capacidad de reinvención. El público lo ovació al termino de la pasarela, ya que salió con todo el staff que hizo posible la colección.
