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Ana Mejía: la talentosa promotora del arte en SPS

  • 13 octubre 2022 /

A través de su academia de danza impone la excelencia a nivel nacional e internacional, su base habita en la disciplina, constancia y talento

REDACCIÓN. Ana Carolina Mejía Guadamuz es una mujer apasionada al arte, a sus 29 años no se detiene y sigue creciendo su pasión por la danza, la cual ya siente parte de su alma. Fue en 1996, a sus 3 años, la época que marcó el inicio de su vehemencia. La Academia de Bellas Artes la recibió por las tardes en las clases de ballet.

Sus padres trabajaban, entonces fue su nana Linda quien se encargó de llevarla a clases durante unos años. Luego, ya en 2007 a sus 15 años, continuó su preparación en el Centro Sampedrano de Enseñanza Artística (Censea), aquí pudo perfeccionar distintas disciplinas; entre ellas, ballet, danza moderna, jazz, hip hop, danza árabe, flamenco y bailes latinos.

Su práctica habitual continuó en Censea hasta 2015, donde tuvo el privilegio de recibir clases con maestros del extranjero, en ballet con Ileana Balmori, Daniel Catanach y Amara Ramasar; en jazz, tap y hip hop con Freddy y Billy Colorado; con Adela Garita recibió clases de flamenco; Gerardo Osorio le enseñó contemporáneo, y en danza árabe, Munita Matthews y César Insaurralde.

Dance Factory. Su enorme fervor por la danza creció, recibió un curso de ballet intensivo en el Ballet Nacional de Cuba, lo cual define como una “experiencia magnífica”. Así iba expandiendo sus conocimientos, que son claves para distinguirse entre los demás.

Después de continuar su preparación artística, no dejó de lado sus estudios superiores y logró culminarlos en 2015, en el cual se graduó en Administración Industrial y de Negocios. La universidad le dejó más que un título, ya que fue allí donde coincidió con su compañera de baile, con quien había compartido por un tiempo en Bellas Artes y en Censea, Fernanda Chávez, la que se convirtió en su socia y junto con ella crearon su academia de danza. “Coincidimos en que queríamos seguir bailando, ya que es nuestra pasión. Y es ahí cuando nace Dance Factory”.

En febrero de 2016 se inauguró el proyecto, “fue para nosotros un sueño hecho realidad. Ahora, después de 6 años, continuamos formando alumnas y transmitiendo nuestro amor por la danza a nuevas generaciones”.

En su corta historia, la academia se ha posicionado como una de las más emergentes, su participación y triunfos en el extranjero lo confirman.

En 2018 estuvieron en el World Dance Competition, ganando varias medallas de plata y bronce; luego, en 2021, en All Dance Honduras, y en este año fueron al Sundanceweek en Cancún, México, logrando 12 preseas y compitiendo con varios países de América.

Para Ana, el arte ayuda a las personas a ver el mundo de manera diferente, “crea disciplina y abre nuestra mente a la creatividad. Nos podemos expresar por medio del arte; la pasión se crea desde pequeños. Así que si practicamos algún tipo de arte desde la niñez, esto nos aleja del ocio y de todo aquello que sea perjudicial para el desarrollo de las personas y la sociedad”.

Exhortó a los políticos a establecer políticas públicas en pro del desarrollo y la cultura, “necesitamos que brinden un apoyo real a las diferentes disciplinas”.

CIMIENTOS

Su base se fundió en Censea, lugar donde perfeccionó su arte en la danza.