Esposa, madre, abuela, abogada y ante todo, socialité. Lleva 29 años casada con el expresidente Rafael Leonardo Callejas Romero y durante su rol como primera dama de 1990 a 1994, Norma Regina Gaborit de Callejas se distinguió como una de las mujeres mejor vestidas de Latinoamérica.
De eso ya han pasado dos décadas y se sigue manteniendo fiel a un estilo que con el pasar del tiempo parece rejuvenecer. Amante de los zapatos Roger Vivier, carteras Chanel o Hermés, que tienen muchas en diferentes colores y diseños; Norma Regina se identifica con un estilo clásico, atemporal y distinguido. A cualquier evento al que va se roba las miradas.
Elegancia. Es centro de atención. Siempre delicada, amable, con un pose fotográfico de revista y una proyección propia de las ladies de la aristrocracia europea. Norma Regina sabe como lucir perfecta. Su guardarropa bien puede ser el sueño de cualquier mujer con propuestas vintage o actuales pero para ella, el vestir bien no radica “en ser tan moda, porque la moda pasa”.
Cuando su esposo fue juramentado presidente de Honduras, su impecable arreglo fue hecho por ella. “Antes de la toma de posesión fui de viaje a Venezuela y compré un vestido de un diseñador que en esos tiempos era emergente pero ahora es muy famoso en Nueva York. El es Ángel Sánchez. Me diseñó un vestido sencillo de lana blanca”.
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Desde ese momento, esta dama capitalina acaparó la atención porque su presencia en diferentes eventos era un verdadero elogio a la vista de cualquier persona. Con el paso del tiempo hemos visto a una Norma Regina más joven y con una imagen perfeccionada. Bien luce un sutilmente ajustado diseño de seda, como un acentuado traje de shantú o una columna paillette que define con sofisticación su tan cuidada silueta. Nunca se excede con los accesorios. Una diadema floral va combinada con unos delicados aretes si es una noche de mucha gala, pero si acude a un evento de día, fácilmente se decanta por brasaletes de colores combinado con su reloj.
Tanto es su clasicismo, que se ha vuelto adicta a lucir diseños blanco y negro. En las últimas apariciones, se le puede apreciar vistiendo faldas negras y blusas blancas, trabajadas impecablemente, eso sí, con un par de sus infaltables zapatos franceses Roger Vivier.
Desde hace cinco años, el diseñador Yoyo Barrientos se ha convertido en el experto que le crea sus atuendos para eventos de mucha distinción. Antes lo hacía su modista de confianza Isaura Gómez. También Miguel Chong ha sido modisto de Norma Regina, bautizada por Vivir en Rosa como la diva del glamur en Honduras.
“Ella siempre es vanguardista, glamurosa y elegante. Es divina y sabe de alta costura. Tiene un concepto y conocimientos bien claros y vale la pena trabajar para ella”, detalla Barrientos.
En cuanto a colores, todos le van. Hoy puede lucir de amarillo satinado y mañana de riguroso negro. También el celeste, los boreales, los estampados, el verde esperanza, el magenta, los camel, los grises y hasta el rosa o turqueza encajan en su piel y personalidad. En las recientes tomas de posesión, ha sido el objetivo principal de las cámaras. Siempre de punta en blanco, con tocados o palemas a juego. Para un evento en la Cancillería hace unos ocho años, lució un diseño blanco adornado con encaje chantillí negro que lo había vestido una princesa europea.
Tanta es su ingenio al vestir, que tiene el buen gusto de combinar prendas creadas por ella misma con piezas de grandes marcas como el italiano Rocco Barroco. Las plumas, los estiletos o las gafas ojos de gato son parte de su look. Cada día, es una reinvención de estilo. El encaje también es una opción en su ropero. Todo con un alto sentido de alta costura. Para muchas damas de sociedad que saben de buen vestir, Norma Regina es simplemente una mujer regia. Ya sea una sencilla camiseta de algodón o un bien elaborado vestido, lo sabe lucir con una clase que se le nota a flor de piel. Hoy, la mirada de Vivir en Rosa se torna a ella por su indiscutible clase.
