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Harry y Meghan, al servicio de Su Majestad y con licencia para seducir

  • 10 julio 2018 /

La visita de los duques de Sussex es una estrategia política diseñada por el Reino Unido para amortiguar los efectos negativos que está teniendo su salida de la Unión Europea.

Londres, Reino Unido.

Los duques de Sussex, Harry y Meghan Markle, iniciaron hoy una visita oficial de apenas 24 horas a la República de Irlanda, la primera que hacen a un país extranjero desde que contrajeron matrimonio el pasado mayo.

El escenario elegido para la 'puesta de largo' internacional de la pareja, la más popular de la familia real británica ahora mismo, no es casual, pues encaja dentro de la estrategia diseñada por el Reino Unido para amortiguar los efectos negativos que está teniendo su salida de la Unión Europea (UE) en las relaciones con el país vecino.

Según ha explicado el Palacio de Kensington, la visita de Harry y Meghan es, de hecho, una petición del 'Gobierno de Su Majestad'. Una misión para la que cuentan con licencia para seducir a los irlandeses.

No les será difícil porque su presencia hoy y mañana en Dublín ha generado una enorme expectación en un país que abraza a los rebeldes, incluso a los reformados como Harry, y celebra como suyos los logros de la diáspora irlandesa.

Siguiendo la estela de John Fitzgerald Kennedy, Ronald Reagan, Bill Clinton o Barack Obama, entre otros, la duquesa de Sussex descubrirá durante este viaje que algunos de sus antepasados también emigraron de Irlanda en el siglo XIX.

Como era de esperar, Meghan salió del avión privado que les llevó al aeropuerto de Dublín luciendo un traje ceñido de la firma Givenchy de color verde, en honor a la isla esmeralda, y con el pelo recogido en un sobrio moño.

A pesar de las fuertes medidas de seguridad, la pareja desplegó después todo su 'glamour' y cercanía ante los muchos curiosos que les jalearon a su llegada a los edificios del Gobierno, donde se reunieron con el primer ministro irlandés, el democristiano Leo Varadkar.

Desde ayer lunes la Policía irlandesa (Garda) ha desplegado en la capital a agentes armados, una escena poco habitual en este país, donde las fueras del orden patrullan normalmente sin armas de fuego.

Los medios locales habían informado de que algunos de los grupos escindidos del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), opuestos al proceso de paz, podrían intentar un ataque para cobrar notoriedad a nivel internacional, aprovechando la publicidad de esta visita real.

Los disidentes republicanos ya intentaron asesinar al padre de Harry, Carlos de Inglaterra, durante una viaje que efectuó a Irlanda hace tres años, cuando visitó, además, la localidad en la que el IRA asesinó en 1979 a su tío abuelo, lord Mounbatten.

Además del marcado componente social que tiene este viaje, Londres no ha descuidado la política y la llamada 'diplomacia suave', tan necesaria ahora por el 'brexit', con el encuentro con Varadkar y una reunión mañana con el presidente irlandés, Michael D. Higgins.

A última hora de hoy, el nieto de la reina Isabel II y su esposa se desplazarán a la residencia del embajador del Reino Unido en Dublín, Robin Barnett, para mezclarse durante una exclusiva 'fiesta de jardín' con diferentes personalidades de la sociedad irlandesa.

'Los duques están deseando saber más sobre la Historia de Irlanda y disfrutar de su rica cultura, así como conocer a la gente que está dando forma al futuro del país', destacó el Palacio de Kesington.

El miércoles pondrán punto final a su visita a mediodía, antes de los previsto, pues Harry quiere volver al Reino Unido para ver la semifinal del Mundial de fútbol que se disputa en Rusia y que enfrenta a Croacia e Inglaterra.

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Antes, los duques pasearán por la prestigiosa universidad Trinity College Dublin y examinarán en su biblioteca los famosos grabados del 'Libro de Kells', una de las obras más importantes del cristianismo celta en el Medievo.

Después pisarán el césped del estadio Croke Park para presenciar una exhibición de deportes gaélicos en este templo del nacionalismo irlandés, escenario del primer 'Domingo Sangriento', en el que tropas británicas asesinaron a 14 civiles durante un partido en 1920, en plena guerra de la independencia.

Concluirán su periplo dublinés con una parada en el 'Memorial de la Hambruna', donde recordarán al millón de irlandeses que abandonó la isla entre 1845 y 1849 por culpa de una plaga en los cultivos de patata, creando una situación de miseria que se vio agravada por la represivas leyes de la ocupación británica.

Asimismo, Meghan recibirá en el Museo de la Inmigración Irlandesa (EPIC) una copia de su árbol genealógico, que le emparenta con la irlandesa Mary McCague, nacida en la localidad de Ballinasloe en 1829, según han adelantado los medios.