Reino Unido. Comparación de un diseño de Wickstead (i) y el vestido de Markle
Si el enlace del príncipe Harry con Meghan Markle se ha convertido en uno de los hitos mediáticos del momento, uno de sus principales protagonistas fue el vestido de la novia.
Como en todo casamiento clásico (y más en un boda real), la indumentaria de la novia se convirtió en el centro de las miradas. En el caso de la duquesa de Sussex, su elección fue un vestido de seda cruda en blanco de manga larga con escote barco, rematado por un velo de cinco metros que llevaba bordadas las 53 flores típicas de los países de la Commonwealth.
El diseño elegido por Markle fue creado por Clare Waight Keller para la casa francesa Givenchy (favorita de Audrey Hepburn) y se trataba de un traje de novia clásico, limpio y sencillo.
Tanto que las comparaciones han salido por todas partes y de todo tipo. Son muchos quienes han querido ver en él un estilo muy similar al del que llevó la infanta Cristina de España en su boda con Iñaki Urdangarin en 1997, creado por Lorenzo Caprile.
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En Reino Unido la polémica se ha desatado a raíz de una publicación del diario The Daily Mail, que recogía unas supuestas declaraciones de la modista de origen neozelandés Emilia Wickstead, una de las favoritas de Kate Middleton, esposa de William de Inglaterra y cuñada de Markle.
'Su vestido es idéntico a uno de los nuestros. Aparentemente un montón de comentaristas estaban diciendo: Es un vestido de Emilia Wickstead', dijo la diseñadora al medio británico.
Por si eso no era suficiente, Wickstead echó más leña al fuego y añadió: 'Si eliges un diseño sencillo, debe quedar perfecto sobre tu cuerpo. Su vestido de boda estaba bastante suelto'.
Y para rematar la faena, también dejó algún comentario sobre el pelo de Meghan: 'Sujétate esos mechones detrás. Es una boda real, por el amor de Dios'.
Todo ello ha hecho que las críticas hayan caído sobre la creadora; de hecho, su cuenta de Twitter fue cerrada (se desconoce si por ella misma o por la red) el fin de semana.
La polémica ha sido refrendada por las publicaciones en la cuenta de Instagram de Wickstead. En ella, la creadora (o su equipo) colgó una foto de los reales novios el domingo 20 de mayo, un día después de la boda, y otra el martes 22.
Desde entonces y durante una semana ha puesto nada menos cinco imágenes con un vestido similar al de la duquesa, aunque sin hacer comentarios acerca de su parecido con el de Meghan.
Finalmente, este domingo colgó un comunicado en dicha red social ofreciendo disculpas al respecto.
'Estoy tremendamente triste por los comentarios que han aparecido en la prensa y en Internet durante los últimos días.'
'Su Alteza Real la Duquesa de Sussex estaba absolutamente radiante el día de su boda y siento la mayor admiración y respeto por ella. No creo que su vestido de boda fuera una copia de cualquiera de mis diseños', escribió Emilia.
Los vestidos de Wickstead, también de estilo clásico, tienen un precio medio de unos 8 mil euros, mientras que el de la duquesa de Sussex habría costado, aseguran, unos 228 mil euros, según el mencionado medio.
