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Sí se atiende en el suelo a los pacientes en el hospital Mario Rivas

  • 15 mayo 2013 /

La falta de camillas en la emergencia del Rivas se suma a las calamidades que sufren
miles de pacientes.

Los médicos atienden en el suelo a los pacientes que llegan a las emergencias del hospital Mario Rivas.

No solo los guardias, por buenos samaritanos, se ven obligados a cargar a uno que otro enfermo, sino que ahora los parientes y amigos llevan los colchones para poder acostarlos mientras son atendidos de sus dolencias.

Por la mañana en las emergencias es un corre y corre. La crisis queda al descubierto ante la imposibilidad de dar atención de calidad; y lo denunciado por centenares de personas salta a la vista: La falta de mobiliario, como camillas y sillas de ruedas.

Aunque las autoridades señalen que la demanda de atenciones ha crecido en 30% en comparación a 2012, la excusa no la aceptan los familiares de los hospitalizados.

Mientras un médico interno atiende una herida de hacha en el pie derecho de Ciriaco Maradiaga, a dos metros otro doctor revisa la cabeza de José Girón,
acostado en el suelo sobre un sucio colchón que sus compañeros de trabajo consiguieron para llevarlo a la emergencia de cirugía.

A las 9:15 de la mañana, Girón ingresa a la unidad en busca de atención médica. Sus amigos y compañeros de una empresa de muebles lo acompañan para lograr la urgente asistencia, pues según lo comentado por Guillermo Ramírez, su compañero de labores, el joven tuvo un accidente en motocicleta.

“Él cerró mal una curva y se le resbaló la moto, por la colonia Casa Maya que está cerca del hospital, y llegamos rápido, pero hasta a las 12:00 del mediodía nos prestaron una camilla para llevarlo a rayos X”.

A Girón, acostado en el colchón, lo canalizan con suero y lo evalúa el médico interno. Horas después lo trasladan a la unidad de rayos X. Se recupera en el centro asistencial.

Llevan propio colchón

Como una manera preventiva, muchos familiares de los pacientes antes de llegar al Rivas llevan sus colchones por si falta alguno para el enfermo o por si no hay camillas y que por lo menos no sea atendido sobre la losa.

Eulalio Hernández López, un paciente de 69 años, tuvo la semana pasada un fuerte golpe en la cabeza que le ha ocasionó graves problemas de salud. Cristian Díaz, uno de los parientes del sexagenario,
cuenta que llegaron desde Copán referidos al Mario Rivas para practicarle unos exámenes.

“La semana pasada venimos y no encontramos camilla y por eso no logramos que le hicieran los exámenes, y ahora volvemos para ver si se puede y nos encontramos otra vez con el mismo problema, no hay camillas”.

En la sala de emergencia y en uno de los pasillos cercanos ayer había 41 camillas usadas por pacientes e igual número de camas en las salas de recuperación y observación.

Las autoridades del hospital afirman que hay 275 camillas para las emergencias y 580 camas para todo el edificio.

La situación no solo se ve por la falta de camillas, en otras áreas adonde son necesarias las sillas de ruedas no las tienen. Una joven que fue dada de alta de la sala de ortopedia ayer por la mañana no pudo llegar con la pierna enyesada hasta la salida; pero un joven desconocido se ofreció a llevarla en brazos.

Pese a que no la conocía, el joven de 1.80 metros de estatura y 230 libras fue solidario, la cargó hasta la parte frontal, adonde abordó un taxi que la llevaría a su vivienda, en la Planeta de La Lima.

Los pacientes de ese hospital también tienen que comprar los materiales para poder ser intervenidos. Esta crisis se arrastra desde fines del año pasado, hasta la Iglesia Católica ha tenido que suministrar los materiales.

Juan Carlos Argueta, jefe del centro hospitalario, ha dicho a LA PRENSA que ellos no están ocultando los problemas que existen en el Rivas, “porque sería absurdo que no haya carencias, pero a nadie se atiende en el suelo”.