San Pedro Sula, Honduras
“Mi hijo es prematuro. Nació de 30 semanas y pesó apenas 800 gramos, el equivalente a libra y media. Permaneció cuatro meses en la Unidad de Cuidados Intensivos del Seguro Social y durante ese tiempo fue sometido a dos cirugías de intestino.
Salió del hospital con una ileostomía que le fue cerrada el año pasado en noviembre y desde entonces no hemos tenido complicaciones.
Pero debido a tanto problema que tuvo mi hijo con los intestinos no tomaba leche y por eso no recibió los nutrientes necesarios para su desarrollo normal. Cumplió 11 meses y el bebé había ganado peso, pero no podía sostener su cabeza. Tampoco se sentaba, permanecía solo acostado y a veces medio sentado con apoyo. Esas dificultades nos llevaron a buscar apoyo en la Teletón”.
Este es parte del relato de Carol Ordóñez, madre de Carlos Santiago Ordóñez, un niño de dos años que ayer celebró el dejar el colchón donde permanecía postrado y comenzó a caminar gracias a una combinación de amor y perseverancia de sus padres, el trabajo y dedicación del personal de la Teletón y la alegría y esfuerzo del niño que es el alma de la sala de terapia física.
“Santiago ya camina. Estoy tan agradecida con la Teletón porque mi hijo ha progresado, gateo y caminó acá y hoy nos graduamos de terapia física y pasamos a terapia de lenguaje y sin pagar ni un centavo”, dice la madre con sus ojos llenos de lágrimas por la felicidad de ver a su hijo caminando.
Carlos es un logro más de la fundación, dice Flor Guillén, coordinadora del área de terapia física. “Es un ejemplo de que cuando la familia se involucra los resultados son importantes” .
Cuando Santiago llegó a la Teletón no controlaba su cuello y tenía muchos problemas motores que fue superando poco a poco. La perseverancia de los padres de no faltar a la terapia, de cumplir con el horario, las terapias en la casa se reflejaron cuando el niño se sentó, gateó y luego caminó, dice la terapeuta.
Carlos Santiago forma parte de los 85,000 pacientes, entre niños y adultos, que se han atendido en Teletón.
Gina Puerto, directora de la institución, dice que hay alta demanda y por ello muchas veces a las citas para ingresar al centro se prolongan un poco, “pero se trata de manejar los tiempos lo más cortos posibles y prestar un mejor servicio”.
La doctora detalló que diariamente llegan entre 600 y 650 personas porque un paciente recibe entre dos y tres atenciones dependiendo de la patología que tenga. Contó que se hace un trabajo fuerte porque se está a punto de concluir el área de educación especial, y se van a graduar varios niños que egresan del centro que cumplieron ya los objetivos propuestos con ellos y otros por la edad.
La directora dijo que en Centroamérica existe la red de Organizaciones Internacionales de Teletones, y de los 13 países que conforman la red solo tres ven niños y adultos, Honduras es uno de ellos. “Eso nos hace diferentes porque la fundación en Honduras atiende niños y adultos debido a la demanda existente”.
Enfermedades
No hay un límite de edad para las atenciones de niños porque llegan pacientes con riesgo neurológico que son llevados del hospital, y tampoco en adultos hay límite de edad.
“Que los sampedranos sepan que se atiende también medicina física, fracturas, casos de lumbalgia, lesiones de tendones y eso marca la diferencia”.
Actualmente la atención más frecuente en adultos es la parálisis facial y lumbalgias, “porque la región norte es industrial y hay muchas personas que trabajan en fábricas, entonces algunas de las actividades repetidas tienen que ver con el hecho de exponerse al frío, aire acondicionado y luego calor”.
En los niños las atenciones más frecuentes son por parálisis cerebral, pero también hay atenciones a pequeños con déficit mental. Indicó que se atiende casi igual número de hombres y mujeres.
