San Pedro Sula, Honduras.
Las cuatro familias que fueron afectadas en el incendio del lunes en el bordo de Río Blanco piden a las autoridades ayuda para reconstruir sus casas.
Un día después de que el siniestro destruyera las viviendas y dejará en la calle a 24 personas, los afectados realizaron la limpieza en el lugar para intentar reconstruir sus casas.
Los pobladores recordaron cómo las llamas se propagaron rápidamente, sin darles chance para sacar algunas de las pertenencias.
“No logré sacar nada, cuando ví que el fuego empezó entré a la casa a sacar a mi familia, perdí todos mis documentos, ropa y hasta los medicamentos de mi esposo”, dijo Jenny Amaya, una de las afectadas.
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El lunes, horas después del lamentable hecho, personal de Copeco llegó al lugar y entregó a las víctimas colchonetas, bolsas con alimento y algo de ropa.
“Esperemos que las autoridades de la alcaldía y de Gobierno nos puedan ayudar con materiales para hacer nuestras casas de nuevo”, dijo María del Carmen Portillo.
Ayer, los afectados limpiaron el lugar donde se quemó, por lo que es más difícil conocer cuáles fueron las causas del fuego, dijo el jefe noroccidental del Cuerpo de Bomberos, mayor Alberto Varela. “Aunque les dijimos a las familias que no movieran la escena para investigar lo que provocó el incendio, ellos limpiaron, por lo que queda como incendio indeterminado”.
