Más de 80 niños pacientes de la sala de pediatría del Mario Rivas de San Pedro Sula disfrutaron de un ambiente cálido y placentero al ritmo de Papá Noel, quien hizo brotar alegría y sonrisas de los rostros de los enfermos.
Los pequeños que padecen diferentes dolencias gozaron de diversas actuaciones infantiles, visitas de payasos y bailarines. Al festejo se unieron jóvenes voluntarios que explicaron que Navidad interpreta el nacimiento de Jesús.
El objetivo de la actividad era ofrecer una mañana amena y saludable a los infantes y fue organizado por la Secretaría de Salud y la Departamental de Educación, mediante la escuela Oasis de Esperanza, que educa a niños hospitalizados.
Los padres compartieron su agradecimiento y admiración.
“Es un digno ejemplo, la escuela ha hecho una enorme contribución y los resultados son satisfactorios”, dijo una señora.
De acuerdo a la maestra Sarahí Soler, la escuela busca responder a las necesidades en el área de educación.
“Se imparten clases y también brindamos charlas a padres. Estas iniciativas son promovidas con fines terapéuticos y educativos en el ámbito hospitalario.
Deserción escolar
De acuerdo a Sara Doris Sambulá, directora de la Departamental de Educación de Cortés, el centro es de mucho beneficio para aquellos que por motivos de salud no pueden asistir a la escuela. Se disminuye la deserción y repitencia escolar del alumno.
“Se motiva al niño a seguir sus estudios, les damos refuerzo y apoyo educativo para lograr alta calidad”.
Soler dijo que tratan de continuar el ritmo que llevaban en la escuela, donde estaban matriculados los pequeños que por su estado de salud no pueden ir a clases.
La escuela Oasis de Esperanza está equipada con material didáctico, enciclopedias, libros y útiles escolares. Inició operaciones desde 2001, mediante alianzas entre la Departamental de Educación y la Secretaría de Salud.
Al finalizar el evento, los pequeños recibieron regalos y un par de zapatos donados por el Hogar de Niños Enmanuel.
