27/04/2024
12:50 AM

Lotería menor pierde adeptos en San Pedro Sula

Vendedores piden más apoyo al Pani.

Luego de haber existido más de 500 vendedores de lotería mayor y menor en San Pedro Sula, actualmente solo quedan unos 60 y estos se debaten entre continuar o abandonar un negocio que no les deja “ni para los frijoles”.

Con el pasar de los años, el negocio de la Lotería Nacional que agrupa a la menor y mayor conocidas popularmente como la “chica y “grande”, ha perdido rentabilidad en la ciudad, lo que ha provocado el desánimo de quienes por generaciones se han dedicado a vender a través de sus números la esperanza de una mejor vida.

Aunque los protagonistas de este juego centenario están por doquier, varios días a la semana se reúnen en las afueras del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa) para exponer su boletería al público; sin embargo, muchas veces pasa el día y no logran vender nada.

Eriberto Amaya vende lotería desde 1983 y se resiste a dejar de hacerlo, pese a las bajas ventas que según él ha provocado la competencia de la lotería electrónica y la falta de innovación del Patronato Nacional de la Infancia (Pani) en los juegos que ofrece. “La ganancia de nosotros está en si tenemos el número premiado, si no tenemos que ver cómo hacemos para sacar lo invertido”, dijo.

Innovación

Los vendedores emiten 10,500 billetes para que las probabilidades de sus consumidores de ganar sean altas, si sale el número seleccionado el comprador puede ganar con el número del derecho, el número del revés, además de las series que trae cada billete.

Los 33 años que tiene doña Teodosia Suazo de vender lotería sin duda la hacen una experta en la venta de este juego de la suerte, pero no la exentan de la
mala racha que padece este oficio desde que salió al mercado
una amplia gama de juegos electrónicos. “Yo recuerdo cómo antes vendía 10 bolsas de chica, ahora solo vendo cinco. Hay mucha venta de otras loterías, eso nos ha venido a perjudicar a nosotros”.

Suazo recomienda a las autoridades del Pani a innovar la imagen de la lotería, a mejorar los premios, que sean más atractivos para el comprador y así aumentar sus ventas y que este juego de azar que nació en 1882 no desaparezca.

“Ya no le dan tanta propaganda como antes cuando juega la lotería, los clientes nos reclaman porque no se dan cuenta qué número sale ganador”, manifestó la vendedora Engracia Erazo.

La dama de la tercera edad cuenta que su inversión es de 2,766 lempiras y que en la semana solo logra vender 1,500.

Los premios van desde mil lempiras hasta 100 mil lempiras.

Daniel Ayala, miembro de la directiva de vendedores, advierte que sin el apoyo del Pani a sus vendedores, la lotería mayor y menor podría desaparecer en menos de dos años.

Ronald Castellón, jefe de planificación del Pani, indicó que los vendedores no cumplen con el contrato en el que se comprometen a retirar el total de la lotería menor que son 10,500 billetes. “Ellos se han acomodado y son renuentes a los cambios”.

Castellón dio a conocer que a principios de abril se cambió el tamaño de la lotería menor y se cambió su diseño.