29/04/2024
12:34 AM

Familia hondureña ilesa tras terremoto en Taiwán

Carlos Amaya y Yuliana Hinestroza viven desde hace 18 años en la isla, tienen tres hijos y relatan que salieron corriendo del edificio cuando todo empezó a moverse

San Pedro Sula

Carlos Amaya y Yuliana Hinestroza alistaban a sus hijos para llevarlos a la escuela cuando fueron sorprendidos por el poderoso terremoto que sacudió a Taiwán. “Salimos corriendo del edificio como la mayoría de personas” dicen.

Agradecen a Dios por estar con vida y bien, lamentan las pérdidas de las nueve personas y piden a Dios porque los más de 900 heridos mejoren y los desaparecidos sean encontrados.

Taiwán es para este matrimonio de hondureños su segunda patria que les dio una oportunidad de formarse y trabajar y hoy a sus hijos.

Ellos formaron parte del primer grupo de becarios catrachos que viajaron en el 2005. Yulliana es arquitecta graduada en la Universidad Tecnológica de Taiwán (National Taiwan University of Science and Technology) y Carlos obtuvo un pregrado en Ingeniería Eléctrica y un posgrado en Ingeniería de Potencia Electrónica en la Universidad Nacional Tsing Hua, en la ciudad de Hsinchu, Taiwán.

En la “Isla Hermosa” sacudida por el terremoto más grande en los últimos 25 años no sólo cumplieron su sueño como profesionales también formaron su familia y se quedaron a vivir allá.

Yulliana es originaria de Erandique en Lempira, y Carlos de San Pedro Sula. Ambos ejemplo de dedicación, perseverancia, decisión y amor a Dios.

Solicitaron la beca por separado, la obtuvieron, la aprovecharon y se graduaron en universidades y profesiones diferentes. Se conocieron en la Isla a dos meses de haber llegado cuando asistían a una comunidad católica de habla hispana en Taipéi.

“La fe en Dios que compartimos, y las virtudes mutuas hicieron que cultiváramos una bonita amistad por varios meses. Luego empezamos un noviazgo de seis años que terminó en matrimonio y hoy tenemos ya tres hijos que son una bendición”, cuenta Yulliana.

En los 18 años de vivir en ese país específicamente en Taipei, Taiwán relatan que han experimentado una serie de temblores pero sin duda el más fuerte ha sido el del miércoles.

“Este ha sido el más fuerte que hemos sentido” dice Yuliana. Relató que se encontraban preparando los niños para llevarlos a la escuela cuando comenzaron a ver y sentir que todo se movía.

“Nosotros vivimos en un primer piso y estábamos todos juntos, salimos corriendo pero gracias a Dios los edificios acá están diseñados con estructuras muy sólidas para evitar que se desplomen” manifiesta. Por la voluntad de Dios estamos bien. Hemos sentido más réplicas y esperamos que pronto paren y mejore la situación dice.

Al igual que miles de personas en Taiwán Yulliana y Carlos agradecen los gestos de solidaridad y esperan que todo mejores pues han sido horas difíciles para Taiwán por los fallecidos, heridos y desaparecidos. Nos hemos comunicado con nuestras familias y lo importante es que sepan que estamos bien aseguraron.