27/04/2024
06:19 PM

El 40% de abusos sexuales contra niños hondureños son cometidos por sus padres

En los primeros siete meses del año, la Fiscalía de la Niñez ha recibido 118 denuncias.

San Pedro Sula, Honduras.

En los primeros siete meses de 2014, la Fiscalía de la Niñez ha recibido 118 denuncias de niños y niñas de entre 2 y 18 años que han sufrido abusos sexuales y 46 por actos de lujuria.

El 40% de los abusos sexuales contra niños y niñas son cometidos por sus padres y el 60% restante es ejecutado por padrastros, tíos, primos y personas cercanas a los menores.

Diana Elvir, coordinadora de dicha Fiscalía, expresó que tras esas denuncias hay una cifra negra, que son los casos que no conocen las autoridades.

“A inicios de año se han presentado varias denuncias; a mediados de año bajó un poco, pero el último mes ha aumentado”, expresó la fiscal.

Elvir explicó que hay que diferenciar entre las violaciones contra jóvenes de 14 a 18 años y violación especial, que es el abuso sexual en perjuicio de niños y niñas de 2 a 13 años de edad, ya que la pena se agrava.

La funcionaria señaló que por la falta de recurso humano y logístico no se logra trabajar en el 100% de las denuncias para capturar y presentar requerimientos fiscales contra los agresores sexuales.

“En el momento en que se interpone la denuncia es cuando logramos captar más los medios probatorios para un eventual requerimiento”, dijo Elvir.

La fiscal explicó que uno de los asideros legales que usa el Ministerio Público es la detención preventiva para evitar que el sospechoso de abuso sexual contra un niño o niña se escape de la justicia.

“En determinados casos, si vemos que hay suficientes elementos que incriminen a una persona, se toman las declaraciones, se hacen las evaluaciones físicas que nos aclaren que sí hubo la posible comisión del delito y logramos armar el expediente, libramos la detención preventiva y si se logra ejecutar, entonces presentamos el requerimiento fiscal”, explicó Elvir.

Casos a juicio oral y público

El grueso de los juicios en el Tribunal de Sentencia de San Pedro Sula son por agresiones sexuales contra adultos y en perjuicio de niños y niñas.

El Juzgado Unificado de lo Penal ha enviado a debate oral, de enero al 12 de agosto de 2014, 66 expedientes de delitos sexuales contra menores al Tribunal de Sentencia.

“La mayor parte de los juicios tienen que ver con delitos de agresiones sexuales o delitos contra la integridad y la vida de mujeres y niños; son los hechos que más llegan a juicio”, manifestó una fuente del Tribunal de Sentencia.

Paula Chávez López, juzgadora de dicho tribunal, señaló que hay las reformas en el Código Penal 184 en que se establece que no se pueden otorgar medidas sustitutivas de la prisión preventiva en 21 delitos, entre ellos el de violación.

“Como juzgadores sí vemos bastantes casos de violación en que lo más típico es que familiares o personas cercanas cometan el abuso sexual”, dijo la abogada.

La jueza señaló que la pena por violación es de 10 a 15 años de prisión. Cuando hay una circunstancia que lo agrave, es decir que la víctima queda embarazada, la condena se aumenta en un mínimo de 15 y un máximo de 20, sea la agredida mayor o menor de edad.

Atentos a las señales

Bismark Espinoza, siquiatra del hospital Mario Rivas, explicó que un niño en edad preescolar que no verbaliza es difícil que se lo manifieste a sus padres.

“Es más lo físico porque puede ser que el agresor solo esté tocando y no quede una evidencia física; el cuidador se aprovecha cuando lo baña y puede haber frotamiento de genitales y que solo haya enrojecimiento”, expuso.

El experto manifestó que cuando ya el niño habla bien se puede detectar el abuso, ya que los pequeños hablan de temas de contenido sexual que no son propios de su edad.

“Se vuelven muy retraídos, andan enojados y tienen malestares en el cuerpo; en la escuela pueden estar muy rebeldes. Estas son indicaciones. No quiere decir que, si lo tiene, el padre vaya a decir que eso es, sino que significa que tiene que investigar; la cuestión es que no se debe confiar. El abusador actúa amparado en la confianza que se le da. Generalmente es alguien muy cercano al niño, a quien se le han abierto las puertas del hogar y traiciona la confianza. El abusador aprovecha que el niño está solo, lo soborna, lo amenaza”.

El especialista comentó que cuando están entrando a la adolescencia ya lo manifiestan. “Lo más frecuente es que los abusos sexuales sean cometidos entre los cinco y diez años”.

“Los padres son el 30 o 40% de los agresores sexuales y quizá los tíos, primos y allegados sean ente 50 y 60%. Es algo bien complicado porque no se puede confiar en nadie y tampoco se debe decir que toda la gente es pedófila, pero las estadísticas lo reflejan”.