28/04/2024
11:35 AM

Con talleres alejan a más de 10,000 menores de las pandillas

En centros de alcance se ofrece ayuda didáctica a niños y jóvenes de zonas vulnerables

Ante la falta de alternativas eficientes para fomentar valores en los menores en riesgo social en San Pedro Sula se encuentran los centros de alance ubicados en los sectores más conflictivos de la ciudad.

Se estima que los 13 centros de alcance en la ciudad, la mayoría en Chamelecón y Rivera Hernández, han logrado sacar de las maras a 52 adolescentes, aunque su propósito principal es generar entretenimiento y educación a los más de 10,000 menores que los visitan.

Juegos de consola, fútbol de mesa, clases de música, computación, talleres de corte y confección, cocina y otras técnicas innovadoras que ofrecen gratis sumados a la atención y compañerismo de personas agradables motivan a los niños y adolescentes a mantenerse constantes en los centros de alcance.

Estos puntos de reunión son las pocas alternativas que existen hoy en día para contrarrestar la vulnerabilidad a la que están expuestos los escolares en la calle. Los demás son programas de la Secretaría de Educación como los sábados cívicos, donde se resaltan los valores, además de la labor de las iglesias.

Acompañados de sus padres o, como es más común, solos, miles de pequeños y jóvenes llegan a diario a estos sitios de recreación.

“Vengo al centro de alcance para jugar con mis compañeros y otros amigos que hice acá y además hago tareas y aprendo el valor del mes con los voluntarios comunales, me gusta mucho estar aquí, es otro mundo”, relató Jorge Medina, un adolescente de 13 años, al salir de su clase de batería en el centro de alcance del sector sur de San Pedro Sula.

Los promotores llegan a las escuelas y colegios públicos y privados de las colonias beneficiadas para socializar los programas y así mantener ocupados a estos pequeños que en su mayoría sus madres trabajan y desconocen lo que estos hacen después de salir de clases.

Testimonio

El proyecto se maneja bajo el auspicio de Usaid, con apoyo de entidades como la Iglesia Católica e ingresos que se generan con los gimnasios municipales que se convierten en microempresas. “Vemos cómo los menores se distraen y se olvidan del mundo que les rodea allá afuera. Muchos niños que han venido traumados por la violencia que viven en sus casas han aprendido a valorarse y a no decir palabras ofensivas”, comentó una voluntaria.

“A nosotros nos respetan, nadie viene a llevarse a los muchachos para hacerles daño ni nada por el estilo. Eso le da un valor extra a estas instituciones porque garantiza ser una fortaleza para los niños y niñas”, agregó la voluntaria.

Familia

“Vemos que los niños están en riesgo psicosocial y los padres de familia son fundamentales. En los centros de alcance se nota que hay mucho que trabajar en la parte familiar de nuestra ciudad”, comentó el psicólogo Hugo Contreras, conocedor de los centros de alcance.

Para él, todo comienza desde el descuido de la adolescencia que trae el efecto dominó a la sociedad.

“Hay muchos padres jóvenes, quiere decir que los embarazos a temprana edad son cada vez más frecuentes, estas jóvenes no forman hogares y tienen que criar a sus hijos solos. Muchas triunfan y los sacan adelante. Otras no y la cadena comienza hasta terminar en niños en riesgo social”, explicó.

Las autoridades de los centros de alcance invitan a los adolescentes que hasta el momento desconocían de los mismos a que “se asomen a descubrir un mundo diferente al que están acostumbrados”.

“Cualquier niño o señorita puede venir, es gratuito, solo deben preguntar las zonas donde están los centros y son bienvenidos, este es un espacio para ellos que Usaid y la comunidad con el apoyo de otras entidades han creado para ellos especialmente”, invitó Mirian Canales, directora de los centros de alcance del norte.