Cada día, más amas de casa tiran el delantal y abandonan los quehaceres domésticos para emprender una nueva aventura: insertarse en el mundo laboral.
Las dificultades económicas de la mayoría de las familias sampedranas han obligado a las mujeres a buscar trabajo para contribuir con los gastos de sus hogares, pues el raquítico sueldo de sus esposos resulta insuficiente para atender las obligaciones familiares.
Cerca del 45% de las mujeres que acuden al Ministerio de Trabajo con la esperanza de ser empleadas son amas de casa que llevan años de no trabajar.
“En los meses que van de este año ha aumentado 20% la cantidad de mujeres que buscan trabajo, luego de mucho tiempo de estar inactivas en el mundo laboral o que nunca han trabajado y que hoy se sienten obligadas a encontrar un empleo para aportar económicamente en sus hogares”, declaró Bessy Rocío Lara, directora de la Secretaría del Trabajo.
Lara explicó que para estas emprendedoras es difícil ubicarse en un puesto de trabajo por la falta de experiencia y por el desfase en tecnología e idioma.
“Hay dos grupos. Están las amas de casa que nunca trabajaron y no tienen una profesión. Son ubicadas en puestos de cocina, lavandería y otros servicios. El otro grupo lo conforman las profesionales que en su juventud trabajaron, pero que decidieron hacer una pausa para cuidar a sus hijos y ahora que vuelven encuentran nuevas tendencias que desconocen. Esto es una barrera que les impide encontrar empleo rápidamente”, manifestó Lara.
María Pozo, oficial de colocación, dijo que las mujeres llegan con nerviosismo, ya que no se sienten muy capacitadas para desenvolverse en un trabajo.
“Es importante que las amas de casa que quieran colocarse en un puesto busquen aprender un oficio, pues esto les abre un abanico de posibilidades”.
Agregó que el 10% de esta población tiene nivel bajo de escolaridad, el cual apenas llega a sexto grado.
Casos
Lorena Nolasco, psicóloga de la Secretaría, declaró que la mayoría de estas mujeres necesitan ser motivadas e instruidas sobre sus habilidades. “Ellas vienen sin idea del puesto al que pueden aplicar. Algunas incluso no se acuerdan de los datos personales o no saben escribir”, aseveró la especialista.
Ese es el caso de Guillermina Bautista (25), quien con voz temblorosa contó que busca trabajo para mantener a sus dos pequeños, pues hace unos meses su esposo la abandonó.
“Solo había trabajado una vez, pero hoy tengo que hacerlo para sacar adelante a mis hijos de siete y dos años”.
Al preguntarle qué tipo de empleo busca, respondió con tristeza: “No sé hacer mucho. Pero por mis hijos trabajo donde me pongan”. La situación de Bautista es difícil no solo por no tener experiencia, sino porque a esto se suma que hoy en día en las empresas están contratando más a los hombres que a las mujeres, como manifestó el economista Carlos Urbizo.
“No hay fuentes de trabajo. Muchas mujeres quieren trabajar, pero hay muy pocas oportunidades. El 70% de la fuerza laboral se compone de hombres. Las mujeres aún no logran ubicarse. Todavía la cultura es de preferencia por el hombre porque las cargas sociales son muy altas.
Por ejemplo, un hombre no tiene pre y posnatal. En cambio, las mujeres sí, además de otro sinfín de factores”. Agregó que con la crisis económica que azota al país es necesario que en un matrimonio ambos trabajen para ofrecerles mejor futuro a sus hijos. El 53.5% de los hombres en Honduras está económicamente activo y apenas el 15.8% de las mujeres trabajan, según el Instituto Nacional de Estadística.
Efraín Rodríguez, presidente en la zona norte de la Asociación Nacional de Medianos y Pequeños Industriales de Honduras (Anmpih), alabó el trabajo de las mujeres que buscan formar microempresas para sostener sus hogares.
“Las mujeres son más emprendedoras. Abren un negocio vendiendo cualquier producto. Es de admirar su perseverancia, pues en este momento para las amas de casa no es fácil encontrar empleo”.
