Cataratas de Pulhapanzak sufren y en Quimistán lanzan SOS

La poza en la que bañaron los tres residentes más ilustres de este municipio patepluma hace unos días estuvo a punto de secarse.

Gracias a una tormenta inesperada que cayó en la zona hace un par de semanas, el caudal volvió a recobrar parte de su vigor, en medio de una sequía que tiene a las autoridades al borde de declarar una emergencia por falta de agua.

En su niñez, Luis Bográn Barahona (1883-1891), Francisco Bográn Barahona (1919-1920) y Miguel Paz Barahona (1925-1929) bañaron a sus anchas en las caudalosas corrientes del río Plátano de Pinalejo, comunidad de Quimistán.

De pequeños, esos tres ilustres hondureños que en tiempos distintos disfrutaron de las cristalinas aguas del pequeño río alimentado por otros tres afluentes, al crecer se convirtieron en presidentes de Honduras. En honor a sus vivencias y legados, esa poza les hace honor.

A diferencia de otras épocas y recientes veranos, el río siempre ha sido caudaloso, al grado que nutre al río Cañas, con el cual se abastece a la población urbana del municipio.

En los últimos años, Quimistán ha crecido a pasos agigantados, y aunque lo venía haciendo en desorden y sin rumbo, se perfila como una ciudad espejo de San Pedro Sula en Santa Bárbara.

Además de tener una enorme planicie con varias industrias maquiladoras y agrícolas, buena parte de sus comunidades viven en El Merendón, tal como en la Capital Industrial.

Aunque quizá estemos viendo sus comienzos, este municipio miembro de la Zona Metropolitana del Valle de Sula enfrenta serios retos. El principal es abastecer a la población del más vital de los líquidos: el agua potable.

Alerta

Rubén Darío Pacheco, alcalde de Quimistán, se mostró preocupado porque a diferencia de la emergencia por sequía que hay en el corredor seco de Honduras donde existe el riesgo de inseguridad alimentaria, en su municipio podría considerarse una situación más urgente de atender, porque se trata de agua para el consumo humano

.“Estamos a punto de declarar una emergencia por sequía porque hay muchas comunidades donde las fuentes de agua se han ido deteriorando. En estos momentos nuestro personal está haciendo un inventario del estado de las fuentes de agua porque nos estamos viendo la necesidad de abrir nuevos pozos para proveer agua a la población”, expuso el jefe edilicio.

Pacheco señaló que pobladores de El Merendón, cerca del Parque Nacional Cusuco, deben bajar hasta Naco por agua, algo que antes era impensable. Arriba, no solo hay ríos secos, la de otros no es apta para el consumo humano porque tienen altos niveles de hierro y otros metales pesados.

Quimistán está dividido en 11 sectores, y solo en la parte urbana del municipio hay cuatro pozos para abastecer a 15,000 pobladores, que ahora son insuficientes.

El servicio se da racionado y se suspende por las noches para evitar agotar las reservas.

De momento, el Programa Nacional de Desarrollo Rural y Urbano Sostenible (Pronaders) abrirá varios pozos, pero para Pacheco la solución va más allá, y radica en la conservación de los bosques, y ello, incluye, reducir el número de incendios forestales. Esta temporada ya se registran 32 incendios en El Merendón que han pasado factura al deterioro de las fuentes de agua en las cuencas.

Bajan caudales

Aunque varios municipios del valle de Sula, la zona norte y occidente -como Nueva Arcadia y Copán Ruinas- están enfrentando dificultades para llevar agua a sus poblaciones, muchas fuentes todavía no se han secado.

En el corredor más bendecido por el vital líquido de Cortés como Santa Cruz de Yojoa y San Francisco los caudales han bajado de forma dramática.

Para el caso, el río Blanco, que da vida a la catarata de Pulhapanzak, ha visto notoriamente desdibujada su espectacular caída de agua. Alcaldías de esa zona, como la de San Francisco de Yojoa, han emitido alertas a los habitantes para hacer uso racional del agua por el bajo caudal de los ríos.

LA PRENSA Premium hizo un sondeo con varios alcaldes de la región noroccidental para conocer si enfrentan problemas por el intenso verano y muchos respondieron afirmativamente. El alcalde de San Cruz de Yojoa, Marlon Pineda, y Ricardo Alvarado, de Omoa, expresaron que sí están teniendo dificultades y tienen conocimiento que otros municipios están igual.

Por su parte, el alcalde de Tela, Ricardo Cálix, ahondó en la situación de su municipio.

“Tela es un municipio que goza de tener abundancia de recurso hídrico, nuestras tres represas funcionan bien y trabajan totalmente por gravedad. Pero sí hemos sentido ya el golpe del verano en las diferentes represas”, reveló.

Describió que “la represa de Bañaderos, que está en La Esperanza, es una de las que más empuja agua y ya ha bajado su caudal.

La de Lancetilla también ha bajado su caudal, pese a estar bien reforestada y protegida. No sucede lo mismo con la de Piedras Gordas. Ahí ha bajado más aún su caudal y esa sí ha sufrido mucha deforestación”.

Con todo y eso, el suministro se sigue proveyendo sin problemas a la población, pero espera que comience con vigor la temporada lluviosa para evitar una emergencia o programar racionamientos.

Recurso

Pese a ser un territorio rico en recursos hídricos, además del fenómeno de El Niño, hay otros factores que amenazan el agua potable de Honduras. De acuerdo al Informe sobre Clima y Desarrollo de Honduras elaborado por el Banco Mundial, el 71.6 % de las exportaciones, una tercera parte de la generación de electricidad y el 47.9 % de los empleos en Honduras dependen de los recursos hídricos.

Se proyecta que la reducción de los caudales de los ríos y de la recarga de acuíferos, la intrusión de agua salada, la escasez de agua y la interrupción de su abastecimiento, el aumento de la escorrentía, la erosión y la disminución de la calidad y capacidad de almacenamiento del agua, son aspectos que tendrán impacto significativo en los usuarios.

“Las sequías e inundaciones representan una amenaza importante para los medios de subsistencia de los hondureños, particularmente de los productores y de las personas que habitan el Corredor Seco y el Valle de Sula”, cita la investigación recientemente publicada.