Los Ángeles, Estados Unidos.
La mayoría de las parejas que llevan muchos años casadas dicen que nunca cambiarían la comodidad y confianza que tienen con su pareja por el aturdimiento y la inestabilidad de un nuevo romance. Sin embargo, podríamos decir que al menos algunas de estas largas relaciones, incluso las más felices, se beneficiarían al menos un poquito de algo de misterio.
Claro, tu pareja te ha visto en tus peores fachas, sin maquillaje, con aliento matutino. Pero no por eso debería estar en el baño cepillándose los dientes mientras estás en el baño publica Huffingtonpost.
1. Estás en el baño cn la puerta del baño abierta.
2. Eres más amable con un extraño de lo que eres con tu media naranja.
3. No tienes problema para decirle que necesitan una menta para el mal aliento.
4. Hace tanto tiempo que no usas maquillaje que tu rímel se secó y tus labiales huelen raro.
5. Para ti, la ropa interior de abuelita son solo eso, te gusta la comodidad.
6. Puedes hablar abiertamente de tus deseos de ir al baño, gases y demás necesidades fisiológicas.
7. Tu pareja te compra tampones, toallas sanitarias y otros productos de higiene femenina.
8. Te compras tu propio regalo de cumpleaños de parte de tu pareja y viceversa.
9. Las citas nocturnas consisten en maratones de películas.
10. Te la pasas sin sostén en la casa (y no siempre es sexy).
11. A la hora de doblar la ropa, a veces es difícil saber a quién pertenecen qué piezas.
12. Cuando se van de viaje, cada quien sabe lo que debe hacer. (Tú vas a la recepción del hotel mientras él se estaciona y baja las maletas).
13. Reemplazas la ropa interior gastada de tu pareja sin que él se dé cuenta.
¿Tienes algo que sumar?
