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12:57 PM

Reacciones

  • 17 marzo 2020 /

    Atronadoras se escucharon las palabras en la Casa Blanca: “Creo que tengo el derecho de quitarle, de poner a otra persona en el cargo, aunque no he tomado la decisión”. La respuesta fue como rayo. La Reserva Federal (FED) a las pocas horas anunció la baja de los tipos de interés y la inyección de 700 mil millones de dólares a la actividad económica de la Unión Americana.

    La Unión Europea también se ha lanzado de lleno a respaldar la economía tanto de grupo como de cada uno de los socios, pues el golpe es duro. El Fondo Monetario Internacional ya ha anunciado su contribución al esfuerzo mundial, que no logrará llenar el gran vacío, representando por los despidos de labores, que ya se están dando, con grave perjuicio al final para miles y miles de familias.

    Para nuestro país, aunque la fuente oficial descarte una contracción en la economía, hay una clara previsión de la caída con respecto al año pasado, cuyo crecimiento es estimado en un 2.8%. Los primeros efectos de la presencia del COVID-19 ya son evidentes en turismo, transporte, servicios y exportación de bananos. El impacto, habrá que hablar claro, será grande, por lo que es necesario, “para ayer”, presentar iniciativas y adoptar medidas para mitigar los daños, pues va en ello el ingreso familiar y personal de muchos hondureños.

    Las medidas señaladas en el primer párrafo son las más agresivas desde la crisis económica de 2008, con el adelanto de que la FED está preparada “para emplear el poder total de sus herramientas y apoyar así el flujo de crédito a los hogares y las empresas”. Desde Bruselas, el mensaje es similar, se hará “lo necesario para apoyar a los europeos y la economía europea”.
    Pero volvamos a lo nuestro, que es lo más importante, aunque un menor deterioro en Estados Unidos o en España ayudará a miles de hondureños a mantener sus empleos. En el campo fiscal se debe encontrar una parte muy importante para el amortiguamiento de la crisis hacia la que nos enfocamos con el agravamiento por el contagio de la enfermedad, pues recibir recursos del exterior es aumentar la hipoteca para generaciones venideras.

    Aflojar la presión fiscal, proporcionar condiciones favorables, tiempo y cantidades, y priorizar la utilización de los recursos para proteger y atender la salud de los hondureños, pues en estado de emergencia, de excepción o toque de queda, califíquese como se quiera, toda acción tiene un interés inmediato, el mediano o largo plazo es para el día después, no para hoy.