29/04/2024
05:26 PM

Educación y salud

    La cercanía del fin del año lectivo marca las actividades académicas y festivas de las graduaciones, aunque siempre proyecta la sombra de bajos índices en el sector público, que sigue cargando el enorme peso del déficit educativo y en el área de salud. Dos imprescindibles campos sobre los que no recaen con prioridad las decisiones gubernamentales y del Poder Legislativo, más enredados en ruta política alimentada con los colores del partido.

    El principio de responsabilidad compartida con la que se llenan la boca funcionarios y políticos debiera abarcar también el reconocimiento del esfuerzo ciudadano, instituciones y municipales, mucho más cerca de las necesidades del pueblo que el entramado gubernamental del Congreso, cuyos diputados levantan bandera con los recursos de todos, en el mejor de los casos, pues no hay control de cuentas, desconociendo el cauce que toman bonos y subvenciones.

    La municipalidad de San Pedro Sula ha aceptado seriamente el compromiso por la educación y la salud como prioridad para mejor la calidad de vida de los sampedranos. En los tres centros municipales llegó la graduación de 755 jóvenes que han culminado sus carreras técnicas, con posibilidades de conseguir empleo, meta exitosa en esos tiempos de aguda escasez de trabajo, o crear su propia empresa como emprendedor que les abra ruta de un futuro esperanzador. En salud, la bandera está muy alta con los centros municipales y los tres macrodistritos, Las Palmas, Rivera Hernández y Cofradía. La afluencia de la ciudadanía es evidencia de la atención que se recibe y de la seguridad de obtener medicamentos recetados por los doctores. En la primera unidad de atención, que se halla ubicada en el barrio Las Palmas de la Capital Industrial, es tal la demanda, incluso en especialidades, que se ha aprobado su ampliación con recursos locales.

    En Cofradía, desde donde los enfermos habían de trasladarse a San Pedro Sula con muchos obstáculos tanto por las dificultades en el tránsito como por la distancia, ahora se atienden consultas pediátricas, ginecológicas y psicológicas con un alto número de pacientes en esta última. Desde la inauguración del macrodistrito se han atendido unos 1,500 pacientes, nada extraño en estos tiempos agobiantes de extrema angustia por carencia de empleo, violencia y graves problemas familiares. La loable y meritoria tarea municipal en los dos fundamentales puntales de la sociedad se hace mucho más admirable ante la incapacidad del Gobierno central, con grandes vacíos en la administración pública, en perjuicio de las necesidades del pueblo hondureño, que observa cómo hay dinero para lo no necesario, mientras que salud y educación se mueve en el mundo de promesas y en el “no hay”, consulta para otro día, sin seguridad de ser atendido cuando se “mañanea”.