29/04/2024
12:34 AM

Ebullición

  • 30 julio 2023 /

    Desde el más alto organismo mundial y en boca de su secretario general “la era del calentamiento global” ha terminado, pero “ha llegado la era de la ebullición global”. Está claro que la humanidad ingresa en otro ciclo de siglos en el que sobran las palabras y declaraciones, y urgen acciones para rescatar y proteger la naturaleza, víctima del consumismo y de la ambición depredadora.

    Este día termina julio y se va con el diploma no de honor de ser el mes más caluroso desde que se registran las temperaturas. Las estadísticas están al día, el registro de víctimas de golpe de calor aumenta y las quejas por los daños causados por la sequía han ocupado espacio en los medios. “La única lentitud es la hora de reaccionar”. Solo cuando el “verano” se ha sentido en el norte, Europa y Estados Unidos, es que se ha elevado el clamor y las alertas han sonado, aunque la preocupación es interesada y pasajera de manera que cuanto lleguen las lluvias de otoño todo quedará en “llanto de niño”, hasta el próximo año.

    El calentamiento global ha dado paso al proceso físico de la ebullición en el que un líquido pasa al estado gaseoso. La lentitud del proceso obstaculiza la visión inteligente de los cambios para entender que iniciamos un nuevo período interglaciar de miles de años en el que la humanidad habrá de aprender de múltiples especies, “adaptarse o perecer”. No es teoría ni materia de cátedra, sino defensa de la vida y recuperación de su calidad, perdida en los últimos siglos.

    El fenómeno ha tenido mayor eco en la estación de verano del hemisferio norte donde se ubican la mayoría de los países del primer mundo. Honduras, con nula cultura de prevención, está experimentando desde hace décadas la pérdida de cultivos, daños en la calidad de agua para beber, desplazamientos masivos de aquellos lugares en los que escasean las lluvias y se arrasa la masa forestal.

    Hay que ampliar una calle, las primeras víctimas, los árboles de manera que la vida vegetal da paso al cemento y a más calor, disminución de lluvias y aumento en la escasez de agua. La demanda en salud no pocas veces tiene como antecedente la eliminación de los bienes y protección de la naturaleza. La pobreza se nos muestra como círculo vicioso en el que destrucción de recursos naturales es fuente de pobreza y esta, ocasión y excusa para dañar aquellos.

    Entre nosotros podemos aplicar la sabiduría popular de “salir de llamas para caer en las brasas”. Terminó el calentamiento global, pero hace tiempo empezamos la ebullición. En el corredor seco se come con los frijoles contaditos.