Aunque hay antecedente, por fin, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras ubica el índice académico en un lugar destacado para adoptar decisiones y valora su nivel en la preferencia y el número de clases al momento de la matrícula. Atrás van quedando los círculos y burbujas de poder, por lo menos oficialmente, y en las leyes universitarias queda constancia de la “meritocracia” en los alumnos y en el ingreso de los profesionales en la Carrera docente, Normas académicas artículo 274.
La permanencia en la universidad y el desarrollo normal y progresivo del plan de estudios es de alta preocupación en las autoridades universitarias que tratan de evitar el “no se presentó”, el “abandonó” y los “reprobados”, de manera que la calidad académica, la investigación científica y la vinculación con la sociedad sea evidente en los profesionales docentes y en los alumnos con participación en actividades conducentes hacia los objetivos del Plan de Estudios.
El aumento de la calificación para aprobar la asignatura, 65% en el último período de este año y 70% en el segundo trimestre del 2016, es ir apuntando hacia el mejoramiento de la calidad que exige no solo del porcentaje, fácil de identificar y de establecer, sino la competencia de los docentes en la función académica, la dotación de material y equipo, y el acompañamiento a los estudiantes en sus funciones y responsabilidades durante los años de educación superior.
Objetivo similar para los universitarios con cuentas del primer período de este año se halla en las normas académicas al identificar el 60% como índice académico para la permanencia o el 70% para la graduación. La comparación con los centros universitarios de la región exige dejar atrás la comodidad, lo fácil y todo aquello que no “cuesta”, de manera que la disciplina y el sacrificio fueron excluidos del vocabulario en la vida de los jóvenes matriculados que pasan por la universidad, sin que la universidad pase por ellos.
La tecnología facilita el control en los ámbitos estudiantil y docente, aunque en el control de los programas del sistema se hallan individuos débiles a la tentación. Sin embargo, es evidente su gran beneficio en la administración y en la docencia, pues tanto catedráticos como alumnos, a través de la red, desarrollan una tarea educativa permanente con las consultas o con la entrega de investigaciones o tareas.
Como en otros niveles del sector educativo, la Unah ha logrado metas cuantitativas, evaluadas en cifras y porcentajes mediante autoevaluaciones en las carreras, planes de mejora y actualización, de acuerdo a las necesidades de la sociedad, de los planes de estudio, pero es necesario avanzar en la calidad que se muestre en la academia, investigación y compromiso con la sociedad.
