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12:47 PM

Grave riesgo

  • 14 marzo 2021 /

    Otra gran prueba con grave riesgo de evidenciar una vez más las carencias de nuestra sociedad se inicia con la segunda aplicación, esta vez más numerosa, de la vacuna a los trabajadores de salud que aún no han sido inmunizados, la mayoría. Y como dice la sabiduría popular: más vale tarde que nunca, pero habrá que estar “ojo al Cristo” por los que ya, ajenos a la labor sanitaria, han buscado y rebuscado resquicio para colarse.

    Las comparaciones son odiosas, pero desde países del hemisferio han llegado numerosos casos de colados y denuncias de influencia de funcionarios para beneficiar a quienes no les corresponde. Por ello con la esperanza de proteger al gremio más golpeado por la pandemia es necesario actuar con transparencia, elaborar las listas de los trabajadores de salud en los hospitales y centros de triaje, no en las confortables oficinas de la Secretaría de Salud donde las influencias llenan el ambiente como un buen aire acondicionado.

    La confirmación del recibido de 48 mil dosis es una excelente señal y prueba de que avanzamos, aunque no debemos celebrar efusivamente, pues el rayo de luz en el túnel es tan sumamente débil que apenas nos vemos la punta del zapato al caminar. Si para el personal sanitario que no es toda la planilla de Salud, la vacuna es una gran esperanza, para sus familias, “convivientes”, es un amplio claro en el horizonte, pues la incertidumbre y gran temor entraba en casa cada día.

    La mayoría de las vacunas requieren una segunda dosis y en el caso de la proporcionada por el Fondo de Acceso Global para las Vacunas Covid-19, Covax, AstraZeneca, se aplica dos meses después de la primera inoculación. Así se utilizarán todas las dosis recibidas, pues este mes llegarán al país más de 120 mil con las que se protegerá el 48% del personal de primera línea, no de segunda y tercera tras escritorios, funcionarios o políticos.

    En caso de irregularidades no lloverá sobre mojado, sino que será como esos huracanes de los que tan numerosas y trágicas consecuencias tenemos: hospitales móviles de Invest-H, respiradores para bodega de Copeco, pago a personal contratado con motivo de la pandemia, distribución del Documento Nacional de Identificación y caos en elecciones, pese a la alharaca de tecnología punta.

    Aunque sea agarrado a una tabla habrá que sobrevivir en este alto oleaje y el que se avecina para fin de año. Por ello no echen más leña al fuego. Transparencia. Son los que son, no los que quieran los confeccionadores de la lista. No nos califiquen de pesimistas, pues de la mano de la sabiduría popular nos atrevemos a decir: “Piensa mal y acertarás”. Ojalá la aplicación de la vacuna contradiga el sabio dicho.