Hay para rato sobre el tema del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) con indagaciones que van abriendo nuevas rutas, algunas de ellas tan ilegalmente evidentes que debiera haber un proceso expedito, no solo por aquello de que justicia tardía no es justicia, sino por las víctimas mortales y por los daños ocasionados a los miles de derechohabientes y beneficiarios que deben asumir parte de los costos de su tratamiento, de material quirúrgico y no pocas veces de los medicamentos.
Esta es la historia y a ella habrá que seguir dando respuestas con urgencia, pues pese al rescate realizado por los interventores falta todavía mucho para tener una institución eficiente, sostenida con las cuotas mensuales de trabajadores y empresarios, como la de hace unas décadas, cuando la plaga a menor escala era el clientelismo político, pero no la corrupción y el masivo saqueo, lacras que tanta muerte y dolor siguen ocasionando a los pacientes, a los jubilados, a los pensionados o incapacitados.
Así como se dio la recuperación que se tradujo en una cierta mejoría en la atención, así debiera haber sido la acción de los operadores de justicia, de manera que se cayese de lleno en la búsqueda y captura de todos y de cada uno, pues hay prófugos oficiales, pero también hay intocados e intocables, tal como publica LA PRENSA en su edición de ayer lunes Investigan 80 nuevos casos de corrupción en el IHSS. Y para que no digan a nosotros sí y a ellos no, se reparten por igual, 40 en San Pedro Sula y el mismo número de Tegucigalpa.
A los desvíos de los recursos para el pago del impuesto sobre la renta y del impuesto municipal o la extracción de dinero del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte y otros con la bendición consciente de la directiva, pese a la ilegalidad o la autorización para suscribir créditos para honrar contratos onerosos, habrá que sumar las nuevas 80 líneas de investigación que se mantienen bajo estricta confidencialidad, lo que puede ocasionar el riesgo de tortuguismo y hasta paralización por aquello de que hay que detener lo que se viene encima. De acuerdo con las previsiones oficiales, se podrían incorporar al IHSS durante este año más de 25 mil personas, por ello se deben ampliar los espacios físicos, contratar personal, adquirir más y moderno equipo, material quirúrgico y de laboratorio. Por lo que se ve cada mañana en admisión para consulta externa no se necesita hacer cálculo, pues con las mismas instalaciones, con menos personal y con el deterioro de la moral por el ambiente laboral, hay que atender la creciente demanda de los derechohabientes y beneficiarios.
No llegan a 20 los requerimientos, pocos concluidos, pero son ochenta sobre los que se está aplicando la lupa, que ojalá no se empañe y a través de ella se conozcan los detalles y las caras de los protagonistas.
