Previsiones y cálculos en las autoridades; ilusiones, pero también una mirada a la bolsa, en muchos hondureños que desde el próximo fin de semana inician unos días de vacaciones con desplazamientos hacia sus lugares de origen, balnearios y playas, zonas tranquilas en contactos con la naturaleza, algunos cruzando fronteras y una mayoría de la población a la espera para participar en las celebraciones religiosas cuyas raíces se hunden en el patrimonio religioso, artístico y cultural del pueblo hondureño.
Las autoridades, así como los organismos de socorro iniciaron hace unas semanas los preparativos para los controles en carretera, se declararon listas para atender las necesidades en los desplazamientos durante el período de las vacaciones verano, identificaron los lugares►y ciudades, algunos tradicionales y otros en vía de promoción para incentivar el turismo interno y revisaron las unidades de transporte para aumentar la seguridad en los viajes.
Las previsiones proporcionan una cifra superior a los tres millones de personas que viajarán desde el próximo fin de semana, lo que se reflejará en la Capital Industrial del país, en el movimiento en la Gran Central Metropolitana de Transporte, centro de salida e ingreso de las rutas interurbanas. Y ya en carretera, la atención como ayuda y respaldo de la Comisión Nacional de Prevención en Movilizaciones Masivas a la responsabilidad de los conductores sobre los cuales recae prioritariamente el resultado final de la temporada.
La red vial se halla, en su mayoría, en muy buenas condicionados, exceptuando, por supuesto aquellos tramos en reparación o en construcción, lo cual favorecerá los viajes, pero también ocultan el gran peligro, riesgo o tentación de la velocidad, elevados a la enésima potencia si hay alcohol u otras sustancias que disminuyen la capacidad de reacción en quienes manejan. La instalación de controles y la presencia de personal de Tránsito en sectores más conflictivos ayudará, mediante la disuasión o, si es necesario, la represión con la aplicación de la ley, la disminución de accidentes, pues “mejor llegar tarde que nunca”.
Así se deduce del lema escogido para esta temporada, “este verano hagamos de la prevención una tradición”. El conducir a la defensiva, el salir con tiempo suficiente para evitar las carreras, atender las indicaciones en la ruta y hacer gala de cortesía con todos aquellos que también esperan descansar, disfrutar y pasar unos días con su familia, porque “hay más tiempo que vida” según la sentencia popular, aunque ya la ciencia la pone en tela de juicio.
