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Hay fecha

  • 17 septiembre 2017 /

    Ya hay una fecha muy cercana y el compromiso de cumplir en ella una de las promesas más anheladas de los sampedranos. Ya no es aquello, tras tragedia, en un mes habrá respuesta a los problemas, pasaron años y las palabras se perdieron, no sabemos si tras los muros del presidio o en el laberinto de la burocracia. El caso es que de respuesta nada y los problemas de mal en peor. El 15 de octubre, el mes próximo, el presidio quedará vacío y el predio a disposición de la ciudad. Termina así una larga, triste y trágica historia en la que a los privados de libertad se les imponía la supervivencia, a las colonias y barrios circundantes la inseguridad y a la ciudad la afrenta de tener que soportar en el núcleo urbano las secuelas del reclusorio que si se construyó en la periferia la expansión de la ciudad y crecimiento poblacional convirtió las instalaciones en vecino incómodo y peligroso.

    Con fecha tan cercana que comenzó a ser un sueño en camino hacia la realidad con el traslado de centenares de reos más peligrosos hacia otros reclusorios de mayor seguridad, se ha integrado un comité a propuesta del presidente Juan Orlando Hernández para ir presentando iniciativas y dando forma para estudiar, seleccionar e iniciar el proyecto o proyectos a desarrollar en la propiedad: Parque temático, colegio técnico, mercado, plaza abierta.... La oportunidad está y ojalá que no se dilate como la Casa de la Cultura en el histórico y ya casi desaparecido edificio del José Trinidad Reyes en el centro de la ciudad.

    San Pedro Sula necesita de espacios abiertos; las áreas verdes que por ley deben conservarse en colonias y barrios han ido desapareciendo por las donaciones municipales a organismos o instituciones de manera que hallar los vestigios de aquellos campos de fútbol para los jóvenes resulta una tarea imposible porque se destinaron, supuestamente al servicio de la comunidad, a centros comerciales.

    El debate en la comisión y la información ágil y transparente ayudará a que la población pueda también exponer sus iniciativas a través de los medios, respaldar las que crean más favorable y rechazar aquellas que se encaucen hacia beneficios particulares. La participación de los habitantes organizados del sector será muy valiosa para llegar a un consenso en bien de miles de vecinos que por años hubieron de soportar la zozobra, la inseguridad y hasta la violencia que rebasaba los muros del presidio. Aquella amenazante bomba de tiempo será desactivada plenamente en un mes; habrá que proporcionar alguna compensación a las familias del barrio Cabañas y contribuir a mejorar la calidad de vida y la convivencia en la capital industrial del país.