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Veneno y misterio

  • 22 octubre 2023 /
Emy James

Cuando escucho el nombre de Agatha Christie lo primero que se me viene a la mente es veneno y misterio por ser lo que envuelven sus tan famosas novelas y pienso en Asesinato en el Oriente Express o mi favorita que es El Tren de las 4:50, sin dejar afuera El Caso de los Anónimos. Sin embargo, me quedaría con La Ratonera que ha sido una de sus obras más exitosas, ha estado en cartelera desde 1952 de manera ininterrumpida y sobre todo porque es la que escribió cuando tenía 62 años, lo cual nos confirma una vez más que la edad no es excusa cuando de realizar nuestros sueños se trata.

Existe una anécdota muy curiosa en la vida de esta escritora y es que resulta que, por allá de 1926, cuando acababa de morir su madre con quien mantenía una relación muy cercana, encima de eso tuvo un disgusto muy grande cuando su entonces esposo, Archibaldo, decidió irse de la casa, ya que se había enamorado de alguien más; una amiga de la familia y compañera de golf. Sucedía que mientras Agatha se dedicaba a escribir novelas, él se dedicaba a trabajar y a jugar golf entre otras cosas... esto provocó que no pasaran mucho tiempo juntos, de hecho, se vieron muy poco durante los cuatro años que estuvieron casados y tuvieron a su única hija, Rosalind. Total, que este acontecimiento desencadenó muchas cosas en la vida la escritora; por ejemplo, la noche que su esposo le contó lo que estaba ocurriendo, tomó su automóvil partiendo con rumbo desconocido, el vehículo fue encontrado poco tiempo después en medio de la carretera, pero nadie sabía dónde estaba ella, por lo tanto familiares, la policía y la prensa se movilizaron buscándola, sin éxito. No fue sino hasta diez días después que alguien llamó desde un hotel al norte de Inglaterra (ella vivía en Londres) diciendo que ahí estaba hospedada alguien muy parecida a la autora. Fueron por ella, la llevaron al médico, pero al interrogarla ella aseguraba no recordar cómo había llegado a ese hotel ni lo que había sucedido en esos diez días. En psicología este tipo de amnesia es conocida como fuga disociativa, y puede suceder después de un evento estresante, angustioso o muy doloroso, podría decirse que el cerebro decide “huir” para no afrontar esa realidad. Esto es algo de lo que la escritora nunca habló, no lo mencionó siquiera en sus diarios, de los cuales por cierto yo tengo un libro. Uno que no es muy fácil de leer por cierto, ya que ella tenía una caligrafía muy especial. Aun cuando con todo y esto, el desagradable episodio en la vida de Agatha se volvió muy pronto de dominio público.

Así como también todos fueron testigos de su recuperación. Se dedicó a viajar para reponerse y vaya que lo hizo cuando conoció a Max, un reconocido arqueólogo con quien tiempo después se casó y acompañó en varias expediciones en Oriente que le sirvieron de inspiración para varias novelas.

Agatha escribiría en su autobiografía que lo único que ella quería era un matrimonio feliz. Max aseguró en alguna ocasión: “Amo la vida con Agatha. Compartimos nuestros intereses y alegrías y, lo que creo más importante en un matrimonio, compartimos nuestro común sentido del humor. Nuestra vida ha sido alegre y llena de sabor”.

La escritora británica murió a principios de 1976 dejando un gran legado que hasta la fecha sus lectores y admiradores, seguimos disfrutando.