28/04/2024
02:25 AM

¿Por qué quiero ser rector de la Unah?

Víctor M. Ramos

No he renunciado a mis aspiraciones a ocupar la rectoría de la Unah. No presenté mi candidatura a la actual Junta de Dirección Universitaria porque considero que este organismo anómalo de la actual Ley Orgánica de la Unah fue escogido de manera ilegal y he presentado, ante la Corte Suprema de Justicia, junto con Margarita Pavón y Mauricio Mendoza, para que el proceso de selección que adelanta esta Junta de Dirección sea anulado y el Congreso Nacional nombre una comisión para la selección de las futuras autoridades de la Unah con plena legalidad. El actual Consejo Universitario está integrado, casi en su totalidad, por decanos y directores ilegales porque fueron escogidos violentando la ley cuando terminaron sus períodos correspondientes. Ellos han electo, en el Consejo Universitario, sin los estudiantes, a quienes les confirmarán.

El recurso de amparo lo admitió la Sala de lo Constitucional y ha llamado a la Universidad para que explique nuestros reclamos. Los tres aspirantes estamos seguros de que nuestra demanda es apegada a ley y en contra de la violación de la ley y creemos que, por la salud de la Unah, el Tribunal de Justicia resolverá a favor nuestro.

Puedo afirmar que yo me he preparado para aspirar a ser el rector de la Unah. He estudiado durante largos años el tema y he conocido cómo funcionan otras universidades exitosas del mundo y cuáles serían las medidas a ejecutar para que nuestra alma mater salga del atraso en que hoy se debate, con perjuicio para el nivel de excelencia profesional y de calidad ciudadana con que deben graduarse los estudiantes universitarios. Por eso, mi gestión o la de quien logre la escogencia en base a la ley, debe enfocar su actividad en el mejoramiento de todas las condiciones necesarias para que los jóvenes tengan acceso a una formación de muy alto nivel, nivel de excelencia que es necesario para empujar el desarrollo del país a niveles en los que toda la población goce de bienestar con el progreso basado en la ejecución de la infraestructura básica para el cambio y el cumplimiento en la satisfacción de los derechos fundamentales de los hondureños.

Para lograr esos objetivos es necesario tener en la Unah profesores que también sean poseedores de la excelencia que vamos a exigir a los estudiantes. La Universidad debe brindarles la oportunidad de estar actualizados en los conocimientos de las cátedras que imparten. La pedagogía no es asunto de los profesores universitarios. Ellos fundamentalmente deben saber su asignatura, estar al día con la ciencia que enseñan y tener la habilidad para hacer que sus pupilos entiendan que estudiar no es un asunto de transmisión pasiva, de lo que el maestro sabe, al alumno. Que el aprendizaje es un asunto intransferible de cada estudiante, que deberá poner todo su empeño para acceder al conocimiento y a la metodología de enfrentar los problemas profesionales y de la vida con el auxilio del docente o por su propio esfuerzo. He visto a muchos docentes cursando un diplomado (palabra mal usada porque diplomado no es un curso sino la persona que recibe un diploma) de educación superior que no contiene los elementos esenciales que enseña Paulo de Freire en su célebre libro “La pedagogía del oprimido”. El docente debe ser estimulado instaurando un sistema de ascenso en el escalafón de manera automática, como automática debe ser la jubilación sin que el maestro deba hacer trámite alguno, y el proceso de graduación. Por eso también no olvidemos que el estudiante necesita apoyo que va a depender de su calidad intelectual y de su situación pecuniaria: para eso serán necesarios edificios de viviendas estudiantiles, comedores estudiantiles, librerías con precios subvencionados, intercambio de libros usados por nuevos con un aporte monetario mínimo, ampliación de las bibliotecas e involucramiento en las actividades del aprendizaje del conocimiento esencial y de la metodología para aprender y enfrentar los desafíos como estudiante, como profesional y como ciudadano; adjudicación de becas y matrícula según el ingreso de los padres o del estudiante mismo.

Será preciso convertir las aulas en ambientes agradables con confort y mobiliario diseñado conforme a la ergonomía moderna, diseño de áreas de práctica seguras que motiven a emprender la investigación que la Universidad aporte inventos e innovaciones necesarias para la transformación del país. Esa es la universidad que quiero.

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