29/04/2024
12:34 AM

Llueve sobre mojado

Alfredo Haces

Seis días de lluvia en la zona norte dejan varios muertos, decenas de miles de familias damnificadas y millones de lempiras en pérdidas por el daño a la agricultura y ganadería, además de los derrumbes, deslaves y daños en las infraestructuras.

Y vale que los ríos Chamelecón y Ulúa no han pasado de ser solamente una amenaza, pues sus caudales subieron, pero no se desbordaron. El eterno problema de la zona norte es que no existe un plan de nación para evitar estas tragedias endémicas y anacrónicas que afectan este sector de los 18 municipios que conforman la Zona Metropolitana del Valle de Sula y que produce el 60% del producto interno bruto de la producción en Honduras.

Cuántos países del mundo desearían tener esos dos ríos, el Ulúa, que nace en el departamento de Intibucá, con un recorrido que sobrepasa los 400 kilómetros, y el Chamelecón, con 200 kilómetros desde su nacimiento en el departamento de Copán. Ambos desembocan en el océano Atlántico.

Y en estas temporadas vienen los tradicionales avisos estatales de las alertas, amarillas, verdes y rojas, casi siempre cuando esos habitantes están con el agua hasta el cuello, pues las autoridades gubernamentales no saben apreciar estos dos caudales, que en época de verano son dos bendiciones para evitar las sequías.

Pero que en tiempos de invierno se transforman en maldiciones para la zona norte, donde se han vuelto normales las tragedias y daños que estos dos ríos provocan y también se repiten los millonarios presupuestos gubernamentales para estos casos de emergencia.

Urgen medidas preventivas para que no siga lloviendo sobre mojado con estos daños repitentes en esta zona próspera en verano y trágica en invierno en un país llamado Honduras.