26/04/2024
02:26 PM

¡El hambre no tiene precio!

Alejandro Espinoza

“El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar”, Benjamin Franklin.

El hambre es una sensación física, dolorosa, causada por el consumo deficiente de energía.

Este mundo cambiante exige nuevas formas de abordar el hambre y la inseguridad alimentaria; reconociendo factores externos como las sequías, cambios climáticos, los conflictos armados, plagas, conflictos políticos, sociales, pobreza y exclusión, el olvido de la agricultura, el desperdicio de los alimentos, la especulación de los alimentos, la irresponsabilidad; en fin, no creo que haya ninguna persona que esté a favor del hambre en el mundo.

Todo tiene un diseño para no reconocer el valor si usted logra negociar con el hambre terminará en migajas, somos humanos y nunca podremos vivir sin la fuente de alimento que es básico para la salud.

Jesucristo transforma cinco panes y dos peces y multiplica los alimentos, pero de igual forma la comida espiritual la cual puede alimentar nuestra alma y nuestro espíritu con revelación y no información, viviendo en relación y sin religión.

“Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino. Apocalipsis 6:5-6. RVR60.

El caballo negro simboliza la escasez, el denario era una moneda de plata que correspondía al salario medio diario de un asalariado.

El trigo era el alimento básico en el tiempo antiguo y la cebada era el alimento más barato.

Los precios de la comida subieron en este tiempo; el hambre no tiene precio, viva por lo eterno y sacie su vida interior.