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Cuidado de los animales

  • 25 diciembre 2023 /
José Azcona

Las tradiciones religiosas nos dicen que los humanos somos los custodios de la tierra, con poder de dominio sobre las demás criaturas. El humanismo define a nuestra especie como la única poseedora de razón, y por tanto de derechos naturales. El tema del maltrato animal ni siquiera se consideraba algo desaprobado hasta hace unos siglos, y en ley hasta hace unas décadas.

Aun con esta historia y base intelectual, nos resulta evidente (sin necesidad de analizarlo) que tenemos una responsabilidad de cuidado y atención con los animales. Instintivamente rechazamos la crueldad y tenemos empatía con sus sentimientos, y sabemos que son seres vivos que comparten nuestro entorno. Esto genera una obligación, aunque indefinida, para asegurarles no ser expuestos a dolor o sufrimiento innecesario.

El cuidado de los animales no tiene que ser definido en términos de sus derechos exclusivamente para merecer el interés social. Aun en ausencia de estos, nuestra propia naturaleza humana los demanda para estar completos. La principal razón para cuidarles no es que tienen derechos, sino que nosotros tenemos humanidad. Su protección refleja y alimenta los rasgos de solidaridad a los que aspiramos -la ausencia de esta fortalece los patrones de abuso que deploramos-.

El maltrato animal refleja crueldad, indiferencia o violencia. Este tipo de accionar permea al resto de las acciones sociales. Es más fácil golpear a un humano después de habérselo hecho a un perro, o ser grosero con un familiar después de haber envenenado a un gato. La sensibilización al dolor y necesidades ajenas se fortalece con el respeto por los animales. Está probado que los niños que desarrollan empatía y capacidad de cuidado a los animales logran mejor socialización y vínculo con otras personas -adicionalmente a los beneficios de compañía y convivencia agradable-. Los estudios demuestran que hay una correlación directa entre el abuso a los animales y la violencia contra humanos.

En Honduras está vigente desde hace unos años la Ley de Protección y Bienestar Animal. Esta es poco conocida y se implementa de forma esporádica.