03/05/2024
08:18 PM

Contra el pesimismo

Roger Martínez

Luego de casi dos años de pandemia y de encierro, en los que se han multiplicado la pérdida de seres queridos y de puestos de trabajo, así como los padecimientos psíquicos, entre muchas otras cosas, y ante un panorama político incierto y que mantiene preocupada, nerviosa, con miedo, a buena parte de la población, es necesario que no nos dejemos llevar por el pesimismo y que, sin pecar de cándidos, procuremos mirar hacia adelante, con esperanza, con alegría, con optimismo.

A pesar de los avances y retrocesos de la lucha en contra de la pandemia, lo cierto es que la situación está hoy mejor que hace apenas unas semanas. Las noticias sobre salas destinadas a pacientes con covid vacías y la reducción de contagios y muertes, deben llevarnos a mantener la vigilancia, a continuar cuidándonos, a terminar de convencer a los que hasta ahora no han querido vacunase para que lo hagan y tratar de recuperar la tan ansiada normalidad prepandemia; aunque todavía debamos andar enmascarados, a lavarnos mil veces las manos y a evitar los apretones de mano y los abrazos demasiado efusivos y las cercanías innecesarias. De hecho, yo, por lo menos, ya he visto a amigos y familiares que no veía desde marzo de 2020; ya he regresado, aunque no de manera permanente, a mi oficina, y, hasta ahora, no me he sentido nunca en riesgo. Quiero pensar que lo peor ha pasado y que será cuestión de meses para que volvamos a sonreír con la boca y no solo con los ojos.

Respecto a las próximas elecciones y sus resultados, es indispensable que los que lideran las fuerzas políticas más importantes generen confianza en la ciudadanía, que actúen con mesura y responsabilidad, que piensen en que en Honduras, hoy más que nunca, necesitamos paz y un clima propicio para trabajar y seguir luchando para salir adelante.

Sería tremendamente injusto que aquellos emprendedores que vieron irse al traste sus proyectos y esfuerzos debido a la pandemia se enfrentaran ahora a nuevas frustraciones producto de la irresponsabilidad y falta de patriotismo del oficialismo o de la oposición. Quiero pensar que Honduras ha superado la etapa de barbarie, que nos hemos incorporado al mundo civilizado, que la crisis aún no plenamente superada que arrancó en 2009 nos ha hecho suficiente daño y es momento de cerrar tan triste capítulo de la historia nacional, y que nos comportemos como gente medianamente cuerda y no como salvajes.

Los aires de noviembre nos recuerdan que la Navidad está cerca y que todos queremos pasarla en paz y en armonía fraterna. Conste.