05/05/2024
11:31 PM

Conflicto China-Taiwán

José Azcona

La situación política futura de Taiwán es de los problemas mundiales más importantes de las próximas décadas. Cualquier tipo de solución de fuerza podría escalar rápidamente y llevar al mundo a una hecatombe.

El peligro de una solución militar que la República Popular China considere factible aumenta cada día, pero no con una posibilidad infinita de expansión. Su presupuesto militar ha aumentado de forma exponencial, llegando a US$178 miles de millones (contra 12 de Taiwán; casi 15 veces).

De tener una equivalencia hace treinta años (que reflejaba paridad en el tamaño de las partes modernas de sus economías), el crecimiento económico acelerado le ha dado una gran capacidad militar a China.

El balance es asimétrico, basado en que sería una invasión aeronaval a mediana distancia (el estrecho tiene 130 km de ancho). El Canal de la Mancha, entre Francia y Gran Bretaña, tiene casi una cuarta parte de su amplitud (34 km), y eso ha sido suficiente para prevenir invasiones exitosas por casi un milenio.

Esta posibilidad requiere entonces de una superioridad en aire y mar absoluta, y supresión a un mínimo de las capacidades de defensa terrestres.

Para triunfar, China necesitaría lograr una ocupación veloz, y con una cantidad pequeña de bajas civiles y daños materiales. La ausencia de la primera resultaría en una derrota, ya que la única forma que se evitaría escalar el conflicto es presentando la ocupación como fait accompli.

La segunda negaría cualquier ventaja interna o externa de la operación.

Combinando ambos factores, y asumiendo China está a una etapa más estable de crecimiento por su demografía y desarrollo interno, es posible la relación de fuerzas futura no cambie mucho.