01/05/2024
12:26 AM

Apacienta mis ovejas

Henry Asterio Rodríguez

“Apacienta mis ovejas”, fue el mandato que nuestro Señor Jesucristo dio a San Pedro, a la orilla del mar de Galilea, tras interrogarlo acerca de su amor (Cfr. Jn 21, 15-17). Este es el lema episcopal que ha elegido S.E. Mons. Michael Lenihan OFM, como primer arzobispo de la arquidiócesis de San Pedro Sula. Quien este próximo sábado 11 de marzo tomará posesión de su cargo como cabeza de la segunda provincia eclesiástica de Honduras. Lo hará tras once años de servicio como primer obispo de la diócesis de La Ceiba, en donde ha dejado una huella profunda a través de un pastoreo humilde, cercano, carismático, y eficiente, que supo enfrentar los distintos y difíciles retos que implica estructurar una nueva iglesia particular.

A sus 71 años de edad, coronará su ministerio presbiteral, recibiendo el palio arzobispal, por nombramiento del papa Francisco. Hombre inteligente, afable, cercano, presto a la escucha, amante del aguacate y con un excelente sentido del humor, monseñor Miguel, como le gusta que lo llamen, es el tercero de cuatro hermanos, nació en la histórica ciudad de Abbeyfeale, en el condado de Limerick, Irlanda, el 22 de septiembre de 1951. Confiesa que desde pequeño tuvo un corazón misionero, ya que la escuela católica a la que asistía, recibía con frecuencia la visita de misioneros que servían en África, Asia, Centro América y otras partes del mundo. Escuchar aquellas experiencias en tierras lejanas fue algo que como niño le marcó de forma decisiva. Por otra parte, su llamada a la vida religiosa franciscana estuvo fuertemente influenciada por el testimonio de entrega, pobreza y alegría del hermano Patrick, un fraile que servía en su ciudad natal, a quien hasta el día de hoy recuerda como su primer contacto con el carisma y el hábito franciscano. Ingresó al noviciado en 1972, estudió Filosofía en la Universidad Nacional de Galway (1973-1976), realizó sus estudios teológicos en Roma, en la Pontificia Universidad de Santo Tomás, Agelicum (1976-1979) y en la Pontifica Universidad Gregoriana (1979-1980).

Hizo la profesión solemne de votos religiosos el 17 de septiembre de 1977, fue ordenado sacerdote el 12 de Julio de 1980. Desde entonces se ofreció voluntariamente a ser misionero en la provincia franciscana de los frailes menores de Centroamérica y Panamá, en donde ha servido en países como El Salvador, Guatemala y Honduras, sorteando circunstancias tan adversas como los tristes años de la guerra civil salvadoreña. Ahora el pueblo de San Pedro Sula le da la bienvenida con alegría, gratitud a Dios y esperanza, le recibe una Iglesia que es heredera del servicio y la entrega de grandes pastores, de los que seguramente él será un digno sucesor. Colocamos su ministerio bajo la intersección de San Pedro, príncipe de los apóstoles, y de nuestra Madre, la Virgen de la Medalla Milagrosa, copatronos de nuestra diócesis, para que este nuevo tiempo que comienza sea de paz y bien, en santa alegría.