25/04/2024
02:47 PM

Fuga de cerebros

Uno de los factores más importantes que retrasa nuestro desarrollo es el fenómeno denominado “Fuga de cerebros”.

José Azcona

Uno de los factores más importantes que retrasa nuestro desarrollo es el fenómeno denominado “Fuga de cerebros”. Este se refiere a la alta proporción de emigración de parte de la minoría (primariamente de jóvenes) que tiene acceso a la educación superior. El fenómeno es más acentuado en los casos en que hay conocimientos técnicos especiales o educación en el exterior.

Emigrar es un derecho humano básico. Cada persona puede dejar su país de origen, sin más obligaciones que las que indiquen sus lazos emocionales o valores propios. El interés de una persona joven y de sus familias puede ser bien servido aun representando una pérdida para la colectividad.

La emigración de profesionales viene a tener un carácter más permanente que la de tipo general. Por su naturaleza, los mismos rápidamente desarrollan arraigo en su nuevo hogar, con pocas opciones de ver una posibilidad de regresar. Esto va acompañado de estar completamente rodeado de poblaciones extranjeras, por lo que el arraigo a Honduras va disminuyendo y es muy difícil de transmitir a la siguiente generación.

La pérdida se da porque nuestra economía tiene capacidad limitada de entrenar profesionales y técnicos capacitados. Entendemos que cada quien logra salir adelante por su esfuerzo propio y el de sus familias; pero la suma de recursos con que cuenta la sociedad es la totalidad de los que cada uno tiene en particular. Por tanto, en una sociedad con pocas oportunidades, el retiro de estos miembros del mercado laboral se siente más.

Las quejas de los jóvenes que querrían quedarse son múltiples: el tamaño de la economía que no da para pagar salarios tan altos, las limitadas oportunidades, la inseguridad, las limitantes culturales, y el retraso e intolerancia social.