24/04/2024
12:27 AM

No te quedes en casa

Francisco Gómez Villela

Hace mes y medio la consigna era “quédate en casa”, en un intento de evitar la propagación del virus en ciudades, países, continentes. Y dio resultados en los lugares que se puso en práctica. La velocidad de propagación disminuyó y permitió que no colapsaran hospitales y unidades de cuidados intensivos.

Ahora entramos en una nueva fase aunque la pandemia persiste. Ya no se trata de salvar vidas sino economías.

El planeta está en un dilema donde el poder económico está obligando gobiernos a abrir la actividad comercial.

En algunos lugares de EUA los habitantes armados han exigido se levanten las medidas de confinamiento. Las exigencias de los grupos económicos tienen a los sistemas y personal de salud con los pelos de punta y ojos desorbitados ante la expectativa de más contagiados, más colapso y más riesgos para ellos.

Todavía no entendemos la enseñanza de la situación que se nos dio para que evolucionáramos. Para que eleváramos nuestro nivel de conciencia respecto a nuestro papel como personas, como sociedades, como países y como planeta. Lastimosamente, aún en tiempos que deben ser de unidad, don dinero divide.

Ahora el eslogan es “¡no te quedes en casa!”. Te necesitamos afuera para que trabajes y gastes dinero, porque así alimentas la economía y salvas al planeta del desplome financiero.

Eso si, “cuídate mucho, usa barbijo o mascarilla, mantén la distancia social, lávate las manos porque sos responsable de tu salud”. Que contradictorio mensaje.

Definitivamente que el confinamiento y cierre de la economía no podía ser eterno porque la gente tiene necesidades de alimento y dinero.

El problema con esta nueva política de reapertura es que funcionará bien en países culturalmente avanzados, acostumbrados al orden y a seguir reglas. Pero en estos países nuestros será catastrófico si no se aseguran de hacerlo escalonadamente, con disciplina férrea.

Aquí nos caracteriza la chambonada, la pencada, el oportunismo, el “mandrakeo”, no somos dados a seguir ninguna regla, nos fascina el relajo y no reconocemos errores propios. Aquí no entienden de aperturas inteligentes.

No podemos tomar decisiones apresuradas. Por mucho que el COHEP afirme que están listos con medidas de bioseguridad, la idiosincrasia de este pueblo no lo está.

Abrir el país tiene grandes riesgos. Debe analizarse sabiamente, cuándo y cómo. ¿Muertos o dinero? Esa es la pregunta.Que la fuerza nos acompañe.