25/04/2024
07:19 PM

¡Ganar!, ¿aun perdiendo?

Emilio Santamaría

Ocurrió durante los Juegos Olímpicos de 2004. La canadiense Perdita Felicien, entonces campeona mundial de los cien metros con vallas, era a todas luces la gran favorita para ganar la medalla de oro; pero ocurrió que durante la carrera pegó con la primera valla y sufrió una aparatosa caída y no pudo terminarla. No pudo disimular el disgusto extremo que tenía consigo misma, con lágrimas, perpleja, yaciendo en el suelo. Y no era para menos, se había preparado para ese momento durante cuatro años, seis horas todos los días de la semana. A la mañana siguiente, durante la conferencia de prensa, dijo: “No sé por qué ocurrió, pero ocurrió. Y voy a utilizar este fracaso para centrarme aún más y trabajar todavía más duro los próximos cuatro años. ¿Quién sabe qué camino habría tomado de haber ganado? No lo sé, pero sí sé que ahora tengo más ganas que nunca de volver más fuerte y ganar”.

¿Se puede aprender de los campeones? Ella ganó la lección implícita que había en aquella pérdida, y creo que estuvo en lo correcto. Es lo mismo que hacen los expertos en seguridad aérea ante un desastre. Buscan afanosamente “la caja negra” para determinar la causa del accidente y tomar así las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir. Por otro lado, podría ocurrir que tengamos un éxito en algo y no sepamos el porqué. Y es trágico que no seamos capaces de repetir ese éxito por no conocer bien qué fue lo que lo provocó. Dos sencillas preguntas nos pueden ayudar notablemente en ambos casos. Le propongo que al finalizar el día usted se las haga a sí mismo, y si pudiera ponerlo por escrito sería aún mejor: ¿Qué hice bien hoy, qué debería repetir? ¿Qué hice mal que debería corregir? Yo sé, sin lugar a dudas, que dan resultado. Las he usado por años.

Todos podemos usar esta sencilla pero poderosa técnica. Claro que se requiere una gran humildad para reconocer dónde estuvo nuestro acierto o nuestra falla, y una gran dosis de positivismo para determinar qué hacer a raíz de este análisis. Esto nos permitirá reforzar nuestras fortalezas y manejar nuestras debilidades.

LO NEGATIVO: Tanto si tenemos éxitos como fracasos, dejar de lado la enseñanza que hay en ello.

LO POSITIVO: Ser capaces de analizar tanto los éxitos como los fracasos para siempre salir ganando.