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Negociador en busca del Nobel

  • 18 septiembre 2019 /

El despido de John Bolton ha sacado de la Casa Blanca al mayor saboteador del deseo de Donald Trump de negociar con los enemigos de EE UU y promete dar rienda suelta a un Presidente que sueña con un gran acuerdo diplomático para impulsar su campaña de reelección y acercarse al Nobel de la Paz.

Cuando competía por la Presidencia en 2016, Trump presumió de ser su propio consejero en política exterior, y hace ya meses que ignoraba muchos consejos de Bolton, un “halcón” al que colocó como asesor de seguridad nacional cuando quería marcar una línea dura ante Irán; pero que acabó chocando con su tendencia aislacionista.

Trump quiere escribir un nuevo capítulo: poner fin al que se llamó ‘Militarismo y presión máxima’ y abrir otro llamado ‘Cerrar acuerdos y la búsqueda del premio Nobel de la Paz’”, opinó Tom Wright, experto en política exterior en el centro de estudios Brookings, en un artículo en la revista The Atlantic. A medida que se acercan las elecciones de 2020, Trump parece cada vez más impaciente por anotarse un gran logro diplomático que ratifique su destreza en el “Arte del acuerdo”, el título de su libro superventas de 1987.

Trump esperaba que sus cumbres con el líder norcoreano Kim Jong-un le acercaran fácilmente a ese triunfo e incluso al Nobel de la Paz, pero las conversaciones se dieron pronto con el muro de cómo abordar la desnuclearización, y el mandatario decidió abrir otro frente con una oferta de diálogo a Irán. El Presidente “quiere victorias rápidas y fotogénicas, pero huye del trabajo duro de la diplomacia”, resumió para Efe el presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, Michael Shifter.

“Irán quiere que nos reunamos”, insistió Trump el jueves, con un lugar y una fecha claros en la mente: la Asamblea General de la ONU, que se celebrará a finales de este mes en Nueva York.
Una de las prioridades de Bolton fue poner a la Casa Blanca en pie de guerra contra lo que definió como una “troika de la tiranía” en Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Bajo su batuta, la Casa Blanca endureció significativamente la política hacia Cuba y lanzó una campaña internacional para derrocar al presidente venezolano, Nicolás Maduro; pero a mediados de este año, Trump comenzó a impacientarse por la falta de resultados.
Con su comentario de que Bolton “se pasó de la raya” en Venezuela, Trump pareció insinuar que podría suavizar esa política, pero luego recibió una llamada del senador republicano Marco Rubio, que representa a Florida, un estado clave en 2020 y donde hay una importante población cubana y venezolana.
“Mis ideas sobre Venezuela, y en especial sobre Cuba, eran mucho más duras que las de John Bolton. ¡Él me estaba conteniendo!”, tuiteó Trump tras su conversación con Rubio.
Lo que parecía “frustrar” a Trump era que, con Bolton, “la estrategia consistía en amenazar con invadir, en ser lo más agresivo” posible, agregó Cutz. Con su belicoso asesor fuera, la acción puede seguir desarrollándose, pero en un segundo plano. EFE